CAPÍTULO 9

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Tan pronto como regresó, encendió la televisión de nuevo y revisó todos los canales de noticias, empezando por Sky News, pero sólo un par de canales estadounidenses estaban corriendo la historia, y ya estaba perdiendo fuerza, convirtiéndose en una historia local. Kim había actuado de inmediato. Apagó la TV cuando BaekHyun entró vistiendo sólo su ropa interior.

Señor, ¿viniste a hablar conmigo cuando yo estaba durmiendo, o estaba soñando?

Te dije que no a salieras de la cama. ¿No te acuerdas que fuiste a mear cuando la mujer de la limpieza estaba limpiando el baño?

BaekHyun soltó una risita. — ¿Lo hice? ¡Oh, Dios! ¿Me vio?

Sí, te vio.

¿Hay algo de comer, Señor?

Tomó la cara de BaekHyun en sus manos, mirándolo a los ojos. Tenía un par de preguntas para hacerle al niño. ― Sí, salí y conseguí algunos croissants y fruta. Vamos a la cocina, voy a hacer más café.

Lo siguió a la cocina y se sentó en una de las banquetas altas con asiento forrado en cuero que estaban junto al mostrador del desayuno. Cuando agarró la caja de la panadería, la tomó de sus manos. Mientras BaekHyun lo miraba, lavó una canastilla de fresas bajo el chorro de agua y las colocó en un recipiente de vidrio. Tomó un plátano, lo cortó y lo colocó en un plato. Mientras hacía esto, BaekHyun estaba sentado con las manos cruzadas, mirando la comida, sin atreverse a tocarla. Acomodó los croissants en un plato aparte y luego se sirvió otra taza de café.

Muy bien. Adelante, come.

Gracias, Señor. — BaekHyun tomó un croissant, y lo partió en dos, esparciendo migajas sobre la mesa. Comió la fruta entre bocado y bocado de pasta. Cuando tomó un segundo croissant, miró hacia arriba. — ¿Quieres algo, Señor?

Tomó dos tazas blancas de la alacena. — Soy como un perro, por lo general sólo como una vez al día.

BaekHyun se echó a reír y rompió el otro croissant en dos antes de llenar su boca con una de las mitades.

¿Has enviado algún correo electrónico a alguien en Starbucks ayer? — le preguntó.

BaekHyun levantó la mirada, migas en su mejilla, los ojos plateados abiertos como platos, con inocencia. — No, Señor.

¿No usaste el portátil del muchacho que conociste allí para ponerte en contacto con alguien?

No, Señor. Nos fijamos en los bares gay, eso fue todo. Hay montones de ellos.

Así que pensaba que podía lograr una victoria sobre su Señor, ¿verdad? Puso ambas manos sobre el mostrador y se inclinó hacia la cara del niño, hablando despacio y con claridad. No utilizó un tono amenazante, no lo necesitaba. BaekHyun ya estaba avanzando lentamente hacia atrás. — Si me mientes, tomaré mi cinturón y voy a golpearte con él. No te va a gustar. Van a ser unos azotes en el culo.

Las mejillas del BaekHyun se colorearon de rosa, y se retorció en la silla.

¿Le enviaste un correo electrónico ayer a alguien desde Starbucks? Di la verdad.

Sí, Señor.

¿Por qué mentiste?

El muchacho apartó el pedazo restante del croissant con nerviosismo, dejando caer más migas sobre el mostrador. — No quería que te enfadaras conmigo, y ahora lo estás de todos modos.

[1] - CHANBAEKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora