Obsession ||Yoonmin||

3

Agust intentaba soltarse de aquel amarre en sus muñecas, pero cada vez que lo intentaba estas lastimaban y ya se estaba aburriendo.

— Señor Agust— Se escuchó la voz de Kitty y Agust gruñó molesto.

El menor entró a la habitación, con un short rosado demasiado corto, dejando ver sus grandes muslos y brillosa piel. Llevaba un top blanco, que dejaba ver su ombligo y el pirsing que estaba en este.

Una hermosa figura.

El pelirosa se sentó en el sillón y se cruzó de piernas, mientras observaba al rubio. Tomó el esmalte rosado y comenzó a pintarse las uñas, mientras que una sonrisa burlona aparecía en su rostro.

— Esto es muy divertido, Señor Agust— Habló el menor y Agust suspiró frustrado— Yo hice lo que la policía en años intentó hacer.

— Bien, te felicito— Dijo el mayor con su semblante serio.

— Pero no sea así conmigo— Dijo con un puchero— La vamos a pasar bien, se lo prometo.

— No me importa— Dijo Agust y Kitty chilló frustrado.

Y YoonGi sonrió burlon ante eso.

Kitty sopló sus uñas, para que el esmalte se secara, mientras tenía su entrecejo fruncido y pequeños quejidos se escapaban de su boca.

— ¿Es tan difícil quererme?— Reprochó Kitty.

— Niño, no me importas en lo absoluto. No me pareces atractivo— Mintió, pero esas palabras hicieron explotar a Kitty.

— ¡Soy atractivo!, ¡¿Acaso sabe cuantos hombres estan detras mío?!, ¡¿cuantos desean besarme, tocarme o follarme?! Le estoy dando la oportunidad para que me tenga y usted me rechaza— Le gritó a Agust— ¡Usted es un idiota!

— Que bueno que lo sepas, cariño— Se burló.

Kitty pataleó y después se levantó del sillón, mientras apretaba sus pequeñas manos en un puño.

Y Agust supo que el menor se enojaba, con solo decirle que no era atractivo.

— No me gustas y jamás me gustarás— Siguió diciendo Agust.

Kitty se acercó a pasos firmes a Agust, mientras tenía su mirada clavada en los ojos del mayor, quien nisiquiera sintió miedo. Solo ternura.

Los mejillas regordetas de Kitty estaban en un color rojizo y sus labios en un puchero. Solo era tierno.

Kitty puso sus manos en los hombros de Agust y juntó sus labios a la fuerza. El rubio se quejó ante eso y mordió fuertemente el labio del pelirosa, provocando que este se separara y llevara su mano hasta sus labios.

— Aush— Se quejó JiMin, pero cuando sacó su mano relamió sus labios, saboreando la sangre que salia de estos.

Y el rubio tragó duro.

— Usted es muy malo— Se quejó Kitty, mientras se cruzaba de brazos.

Y Agus solo sonrió burlón, al ver como el menor salía de la habitación, quejándose.