Obsession ||Yoonmin||

2

Agust estaba en el sillón de su departamento, viendo las televisión, hasta que una noticia le llamó la atención.

Era sobre él.

Y solo pudo sonreír burlón, mientras tomaba su cerveza nuevamente. Hasta que en las noticias salieron la familia Park. La familia más rica y poderosa del país.

— Así que tu verdadero nombre es Park JiMin— Dijo Agust con una sonrisa, mientras veía a Kitty en televisión, junto a su familia— Y pensar que dentro de poco tendré que matarte a ti y a tu familia.

Agust soltó una carcajada.

— No lo creo— Se escuchó una voz detrás  de el y el fuerte golpe en su cabeza, hizo que cayera desmayado.

Agust fue despertando poco a poco, mientras el dolor en su nuca volvía. Tiró su cabeza hacia atras y soltó un quejido, mientras cerraba sus ojos, tratando de acostumbrarse a la luz.

Movió sus manos con fuerza al sentirlas amarradas en su espalda. Estaba sentado en una silla.

Vió a todos lados y era una habitación, que tenía una cama, una ventana, pero esta era cubrida por maderas. Tenia una mesa y un sillon, tambien habian dos puertas que suponía que era el baño y la cocina. Suponía.

— Hasta que despiertas, Agust— Se escuchó la voz chillona, de la persona que menos quería ver en ese momento.

— Maldito mocoso. ¿Como entraste a mi departamento?— Gruñó Agust y Kitty sonrió, mientras tiraba su cabello rosado hacia atrás.

— Le dije que yo sabia más que usted, Señor Agust— Dijo el pelirosa mientras se acercaba al mayor y sonreia— Se veía muy lindo durmiendo.

— Sueltame o te arrepentirás— Amenazó Agust y Kitty se hizo el indignado.

— Me duele, Señor Agust— Dijo— Yo a usted lo quiero mucho.

— Yo no, niño. Nisiquiera sé quien eres...No, espera, eres el hijo mimado de los Park— Se burló y Agust rodó los ojos— Kitty, no, mejor dicho, JiMin.

— Que bueno que lo sepa, Señor Agust— Dijo— Será muy divertido tenerlo aquí.

— ¿Que planeas hacer, niño?

— Ya le dije, lo quiero mucho y quiero que usted esté a mi lado— Dijo, mientras ponía sus dos manos en su cintura y se apoyaba en una sola pierna, dando una vista demasiado sexy para el rubio.

— Eres divertido— Dijo— Ahora sueltame.

— ¿Por qué cree que lo voy a soltar?— Dijo y Agust tensó la mandíbula — Usted será mío, Señor Agust.

— Prefiero morirme, antes de ser tuyo.

— Eso lo veremos— Dijo con una sonrisa burlona y salió de la habitación, moviendo sus caderas y dejandole una gran vista de su trasero al rubio, quien se relamió los labios.

— Mocoso— Rió Agust.

Y así empezará su historia de amor.