TERMINADA
Donde JiMin se enamora del asesino más buscado de Seúl. Agust D.
NO SE ACEPTAN COPIAS O ADAPTACIONES.
▪︎Malas palabras
▪︎Smutt
▪︎Mención de otros shipps
▪︎Delitos
Kitty habia ido a la universidad y nuevamente sufrió de burlas, por parte de sus compañeros.
Gordo.
Obeso.
Idiota.
Nadie te quiere.
Las palabras de ellos aparecían en su mente y no podia controlar su llanto, antes de ir donde Agust, fue debajo de un puente y se sentó a admirar el lago.
— Soy hermoso, soy muy lindo— Se decía a si mismo— Agust me quiere, Agust me va a querer.
Y aunque Agust le diga cosas feas. Él seguia manteniéndose al lado del menor, quizas porque por las noches escuchaba al menor suplicar.
Pero Kitty no debía de saberlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Señor Agust, llegué— Dijo Kitty, mientras entraba a la habitación y ponía el candado en la puerta.
Kitty dirigió su mirada hacia el sillón y vio a Agust en este, mientras lo observaba con una sonrisa ladina.
— Le traje comida y ropa— Dijo Kitty, mientras dejaba las bolsas sobre la mesa.
Agust se levantó del sillon y se acercó a Kitty.
— Quiero irme— Dijo Agust a Kitty.
— No puede.
— ¿Por qué?
— Porque yo lo quiero a mi lado.
— Pero yo no quiero estar a tu lado.
Kitty frunció el ceño, pero una sonrisa traviesa apareció en su rostro. Pasó sus brazos por el cuello de Agust y dejó un beso sobre la mandibula de este, pues el rubio era mas alto que el y se puso de puntilla para besar al menos su mandibula.
— ¿Por qué no? Yo lo trato muy bien.
— Me secuestraste, niño— Dijo y se separó de Kitty.
Agust tomó la bolsa en la que estaba la ropa que Kitty le compró y fué hasta el baño. El pelirosa suspiró con tristeza y se fué a estirar a su cama.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kitty estaba leyendo en su cama, tenia solo un short blanco y tenia una sudadera de color celeste pálido. Tenia puesto unos lentes redondos y comía chicle.
Agust lo miraba acostado desde el sillón. El menor se veía tan indefenso, pero en realidad era todo un demonio.
— Espero te mantengas así de callado siempre— Habló Agust y Kitty levantó su mirada, haciendo que su cabello cayera sobre sus ojos, dandole una vista tierna a Agust.
— No se acostumbre, Señor Agust— Dijo con una sonrisa traviesa.
— Hace frío, ponte otra cosa— Dijo.
— Me gusta estar así— Dijo— Siempre me he vestido así y ya me acostumbré al frio.
Agust chasqueó su lengua, mientras ponía su antebrazo en sus ojos y suspiraba.
— A no ser que usted quiera quitármela— Se escuchó la voz traviesa de Kitty y Agust solo negó mientras sonreia de lado.
— Olvídalo.
— Ha estado aquí un mes y usted no se digna a tocarme— Dijo— Me estoy frustrando, Señor Agust.
— Y sigue frustrandote, porque no te tocaré— Dijo.
— Eso lo veremos— Susurró Kitty con una sonrisa traviesa.