EX CONCUÑADO | TXT's BEOMGYU

XX

Luego de que hayan pasado los respectivos diez minutos, Soobin no pensaba volver a entrar a la habitación así que optamos por salir nosotros a buscarlo. Como si fuese sorpresa, apenas abrimos la puerta y nos lo pudimos encontrar en el suelo, como si se hubiese tropezado.

— ¿Qué haces? — Preguntó Yumi con sus brazos cruzados.
— Nada. — Respondió rápidamente. — ¿Y qué hicieron? — Alzó sus cejas mientras me codeaba.

Era más que obvio de que se había quedado apoyando su oreja sobre la puerta para escucharnos, pero por "mala suerte" no ocurrió nada más que el beso, que por cierto casi me envía al cielo al sentirse tan bien. Chasqueé mi lengua a la vez que fruncía mi ceño molesto y apartaba el codo del más alto de mi cuerpo, para luego tomar la mano de la chica y volver a dirigirnos hacia mi pieza de nuevo los tres juntos.

— Espera, quiero ir al baño. — Interrumpió Yumi.

De inmediato solté su mano y le dediqué una suave sonrisa, dejando a que se encaminase hacia el baño que estaba al lado de mi habitación. Una vez que cerró aquella puerta, comencé a regañar a mi mejor amigo por ser tan fastidioso molestándome con la chica que me gustaba, aunque muy en el fondo me sentía un poco agradecido.

— Si quieres moléstame, pero no a ella. — Hablé seriamente.
— No molesté, los ayudé a dar el siguiente paso. — Aclaró. — ¿Y qué hicieron? — Volvió a mencionar la misma pregunta de hace unos minutos.
— Nos besamos. — Dije como si no fuese gran cosa mientras me adentraba hacia mi pieza.
— ¿Ves? ¡Te dije que funcionaría! — Chilló emocionado a la vez que me seguía y daba palmadas en mi espalda.

Rodeé mis ojos y no dije más nada, pues seguía queriendo mantenerme neutral ante la situación aunque mi corazón siguiese latiendo fuertemente, no le iba a demostrar ese lado romántico de mí a Soobin. No, de ninguna manera. De tan solo pensarlo me siento vergonzoso.

— Oye, ¿no acaba de decir algo Yumi? — Cuestionó Soobin sin estar muy seguro.

Nos mantuvimos en silencio para comprobar si oíamos nuevamente la voz femenina durante unos segundos, pero logramos escuchar otra diferente. Una masculina, de la que era demasiado y desgraciadamente familiar para mí: Yeongyu hyung.

No conseguí distinguir muy bien lo que había dicho, pero abrí rápidamente la puerta de mi habitación para decirle que se vaya de inmediato de la casa: nadie deseaba que Yumi y mi hermano se cruzasen. Tenía que echarlo sí o sí antes de que Yumi salga del baño.

— Creciste en tan poco tiempo. — Habló Yeongyu hyung.

Mierda, pensé.

Los dos estaban frente a frente. Mi hermano mayor mirándola de reojo mientras que Yumi fijaba su mirada sobre el suelo, tratando de contener sus lágrimas.

— Lárgate. — Hablé con rabia mientras lo tomaba del brazo.
— Tengo que hablar con tu amiga. — Se negó.
— Que te vayas ahora mismo. — Insistí.
— Hyung, no haga esto. — Se unió Soobin, ayudándome.

Yeongyu hyung se soltó de nuestro agarre e inclinó un poco su espalda, consiguiendo estar en una altura parecida a la de la chica que se encontraba cabizbaja, sin soltar palabra alguna.

— Yumi, ¿puedes mirarme un rato? — Preguntó cuidadosamente.

Le hizo caso, permitiéndome ver cómo los ojos de la pelinegra estaban rojos y cristalizados. Quise acercarme a ella para consolarla dándole un abrazo, pero mi mejor amigo me tomó del brazo, diciéndome con la mirada que esperase un poco.

— Primero que nada, perdón por interrumpir la salida de ustedes. Vine a buscar mi billetera y entré lo más silenciosamente que pude, pero no me esperé en encontrarte en el pasillo. — Aclaró su punto de vista. — Sobre lo demás, me gustaría hablarlo contigo y con Yuhwa algún otro día. Creo que sería lo más adecuado, ¿le podrías comunicar esto a ella por mí? —

No tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando, estaba presenciando una imagen más que extraña. ¿Cómo es que mi hermano estaba siendo tan amable con la hermana de su ex? ¿Después de todo lo que les hizo? ¿Qué había hecho que cambiase su mente? ¿En qué mierda estaba pensando?

— Yumi, no lo escu... —
— Está bien, lo hablaré con ella. — Me interrumpió con su voz quebrada.