XXIV

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Al fin había sonado el ruido de la campana anunciando el comienzo del receso que tendríamos luego de horas consecutivas estando sentados en una silla, oyendo a un profesor hablar sobre quién sabe qué. Lo únicamente que me importaba era que por fin estaría con Yumi aunque sea por unos quince minutos, que era lo que tardaba el receso. No importaba la cantidad de tiempo en realidad, con tan solo verla un segundo, aquello hacía que recuperara todas mis energías.

Empecé mi paso hacia el salón de mi amiga, o más bien corrí porque caminaba trotando de la emoción. Claramente estaba más que enamorado y no me iba a molestar en lo absoluto de demostrárselo a cada persona que me vea pasar por el pasillo. Una vez que llegué a la respectiva clase, busqué con la mirada a Yumi, encontrándola en tan solo un segundo al ya saberme de memoria cuál era su asiento.

Me tomó de sorpresa que estuviese acompañada por alguien que nunca antes me lo hubiera imaginado: estaba hablando con Hyunjoo. Arqueé mi cabeza confundido y me acerqué a las dos muchachas lentamente, tratando de no interrumpir la charla o sobresaltar a alguna.

— ¿Y por qué me estás diciendo esto? — Preguntó Yumi.
— Por favor, no me mal entiendas. Solo quiero que Beomgyu sea feliz. — Suplicó cabizbaja Hyunjoo.

La pelinegra notó mi presencia de inmediato y carraspeó su garganta, para que Hyunjoo se diera vuelta y pudiese verme.

Ella me miró con sorpresa, sobresaltándose un poco, lo cual provocó que llevase su mano hacia su propio pecho tratando de calmar sus acelerados latidos.

— Lo siento. — Me disculpé por asustarla.
— No pasa nada. Debo irme. — Se marchó del lugar.

Me quedé observando a Yumi, como si estuviese diciéndole telepáticamente que me explique lo que recientemente había ocurrido. Ella solamente negó con la cabeza y movió su mano de un lado para el otro, diciéndome que no me preocupase.

— Ya lo vas a saber. — Habló notándose despreocupada. — ¿Vamos a comprar choco-milk? —

Me había parecido algo raro que no me haya dicho nada al respecto, pero decidí confiar en ella plenamente. Asentí con la cabeza sonriente y entrelacé mi brazo con el ajeno, así dirigiéndonos hacia el kiosco de la escuela.

...

Le estaba enviando un mensaje de texto a Yumi en medio de clases. No estaba diciéndole algo importante, solamente quería jugar y molestarla.

Pero aquello fue una muy mala idea: el profesor se había percatado de mi uso del celular en plena clase suya, por lo cual consideró esto como una falta de respeto y me lo quitó. No iba a contradecirle, de todas maneras tenía razón y lo merecía, así que solamente permanecí en silencio esperando a que volviese a sonar el timbre.

Luego de unos minutos extensos, finalmente había sonado la campana, por lo cual la clase se había dado por concluida.

Obviamente el profesor llamó mi atención y comenzó a darme una charla larguísima por mi erróneo acto, mientras que solamente le respondía con un "Sí" o "Lo siento". Sinceramente, no estaba oyendo nada de lo que decía. En lo único que pensaba era en que estaba haciendo esperar a Yumi. De seguro estaba preocupándose de mí porque no iba a buscarla a su salón como siempre solía hacerlo.

Cuando el profesor me dijo que ahora podía irme a disfrutar mi receso, de inmediato corrí hacia el salón de mi mejor amiga. Volví a lamentar internamente por haberme ido corriendo de mi propia clase, como si estuviera escapándome del profesor, pero era necesario para ver a Yumi.

Mi paso se detuvo al ver numerosos estudiantes en el pasillo viendo hacia una misma dirección, como si algo entretenido estuviese pasando delante de sus ojos. Me quedé confundido y estiré mi cuello para ver lo que ocurría, pero era imposible.

— ¡Shhh...! ¡Cállense! — Susurró alguien.
— Yumi... Estuve reprimiendo mis sentimientos durante mucho tiempo, pero creo que ya no puedo ocultarlo más. — Conseguí oír una voz masculina hablar. — Realmente me gustas. —

Chiflidos, risas y aplausos comenzaron a oírse.

¿Acaso había oído bien?

— Bro, ¿qué está pasando? — Soobin me había encontrado entre la multitud.

Negué con mi cabeza, tratando de escuchar lo que contestaría la protagonista del momento.

EX CONCUÑADO | TXT's BEOMGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora