XXVII

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POV DE YUMI.

Salí del instituto sin la compañía de Beomgyu, cosa que me había extrañado mucho ya que siempre solíamos ir a nuestras casas juntos. Pero extrañamente, el castaño había dicho que estaba ocupado hoy. Comencé a sospechar de que se había molestado conmigo por lo último que le había dicho sobre Hyunjoo: definitivamente no tuve que haber dicho eso.

Estaba empezando a extrañarlo ya que no lo había visto ni siquiera durante el receso. Aunque lo haya buscado hasta su salón y en el kiosco, no hubo trazo alguno de él.

De seguro me está evitando, pensé.

Debía planear algo urgentemente para disculparme con Beomgyu, porque no podía aguantar ni un segundo más sin él: realmente lo necesito y no quiero que nos volvamos a alejar como en un pasado.

Llamada entrante
Bamgyu🌰

Rechazar                                                  Aceptar

De inmediato acepté la llamada, teniendo la mínima esperanza de que realmente no estaba molesto conmigo y que solo era una ilusión mía.

— ¡Kkyu! — Chillé de la emoción.
— Yumi, necesito algo. — Habló ignorando mi saludo.
— ¿Hm? Ah, sí. ¿Qué pasa? — Traté de ocultar mi asombro.
— Quiero que vayas a mi casa y le digas a mi mamá que me busque una caja. Ella sabrá cuál es. Y si puedes llévamela mañana, por favor. —
— ¡Está bien! No te preocupes, ya mism... —
— Grandioso, ¡adiós! —

Lo único que pude oír fue el sonido del teléfono que hace cuando una llamada había sido finalizada. Ni siquiera me había agradecido. Tampoco entendía el porqué debía llevarle una caja que estaba en su propia casa, ¿tiene sentido eso? De todas formas, no me quejé. Pues sí parecía bastante molesto conmigo.

Me encaminé hasta la residencia de Beomgyu y me recibió la señora Choi con una sonrisa, como era de costumbre. La saludé haciendo una reverencia educadamente.

— Buenas tardes, tía. —
— Hola, chiquita. No está Beomgyu, ¿pasó algo? — Preguntó algo preocupada.
— No, no. Solamente vengo a buscar una caja que Beomgyu me pidió, ¿sabe cuál es? —
— Oh, sí, esa caja. Aguárdame un segundo. —

La señora Choi se dirigió hasta la cocina y volvió hacia donde estaba yo para extenderme una caja blanca, que parecía tener un poco de peso.

— Es esta. No la abras que tiene algo privado de él. — Advirtió.
— Sí, no se preocupe. ¡Muchas gracias! — Agradecí haciendo otra reverencia.
— No hay problema, hija mía. Algún otro día quédate a cenar. —
— Sin dudas lo haré. Que tenga una bonita tarde.—
— Igualmente, chiquita. — Se despidió.

Luego de ver la puerta cerrarse me dirigí hasta mi casa. Sentí algo de curiosidad al ver la caja. ¿Algo privado? ¿Qué podría llegar a ser eso? Debo admitir que la curiosidad me estaba consumiendo, y que mi lado malvado decía que abra la caja, pero decidí no oírlo.

Me adentré a mi hogar. Extrañamente las luces estaban apagadas así que las prendí y me sobreexalté. La sala se iluminó repentinamente, lo cual hizo que mi cuerpo se congelara por completo. Había creído que yo sola estaba en la casa debido a la oscuridad y el silencio, ¿cómo es que se prendió la luz?

— Yumi. — Oí una voz masculina.
— ¿Beomgyu? — Dudé, aún viendo fijamente su rostro frente a mis ojos. — ¿Qué haces aquí? —
— Vine a dejarte un regalo. —
— ¿De qué me hablas? — Seguía con una expresión confusa ante la extraña situación.

Primeramente, ¿qué hacía Beomgyu en mi casa sin que yo esté en ella? Realmente no tendría porqué estar aquí, o por lo menos no puedo imaginarme alguna razón. Segundo, ¿por qué de la nada habla sobre un regalo? No era ninguna fecha en especial que lo recuerde...

El castaño no pensaba en responderme, solamente estaba sonriendo como un tonto. En vez de hablar, su mirada bajó hacia la caja que abrazaba con mis brazos. Lo miré extrañadamente, con miedo de que este contenga de algo que pudiese llegar a exaltarme, pues Beomgyu era capaz de hacerme una broma con tan solo verme exaltada: al parecer eso le parecía gracioso.

— Si es algo que me va a asustar, te juro que... —
— No es nada de eso, no te preocupes. — Aseguró.

Se veía tan calmado y seguro de lo que decía, así que no pude negarme. Obedecí su pedido y abrí la caja con cuidado, lentamente por si algo repentinamente salía de ella. Afortunadamente no fue así, y pude encontrarme con otras cosas.

Estaba llena de golosinas, polaroids y pequeños papeles de diferentes colores. Entre todas esas cosas tan coloridas, lo que más me llamó la atención fue un papel rosado, que era más grande que los demás. Abrí los ojos como platos, pero no porque me había asustado, era porque me había sorprendido por completo y sabía a lo que venía todo este evento inesperado.

Abrí el papel rosado que estaba doblado a la mitad, para así poder comenzar a leerlo a la vez que trataba de disimular los latidos acelerados de mi corazón.

"Mi amada Yumi,

¿Te asustaste? Espero que sí, porque ese fue mi objetivo (broma, jeje). Estuve imaginando esta escena durante muchos meses, y después de haberlo pensado múltiples veces, decidí hacerlo realidad. Todos conocen a la Kang Yumi: la chica de cabello negro y largo, con una belleza deslumbrante. Pero puedo asegurarte que nadie más te conoce como yo lo hago. Eres mi mejor amiga, mi compañera de aventuras, la que más me hace reír, la persona con la que pase más tiempo en mi vida (luego de mis papás, claro) y la chica que más amo. A pesar de todo lo que hemos atravesado, debo admitir que me encantas cada día más. Debo ser sincero, alguna vez te odié, pero nunca dejé de estar enamorado de ti. Siempre me pareciste hermosa, pero nunca he dicho nada al respecto por el miedo a perder a una persona tan maravillosa como tú. Pero, el día de hoy, quiero perder ese temor. Prometo hacerte la mujer más feliz del universo y ayudarte en toda situación que necesites de alguien. Tomo la valentía de decirte que quiero ser la persona que estará siempre a tu lado dándote su apoyo y amor incondicional, si es que me lo permites. Aunque, no soy lo suficientemente valiente para decírtelo con mis propias palabras, así que te lo escribo en esta carta. ¿Quieres ser mi novia?

P.D.: ¡Di que sí!

De tu Beomgyu."

Subí mi mirada al sentir mis ojos nublarse, y pude encontrarme con mi mejor amigo sonriéndome nerviosamente. Me fue imposible no devolverle aquella sonrisa y corrí hacia sus brazos, por fin dejando caer mis lágrimas al presenciar una emoción inexplicable.

— Sí Beomgyu, quiero ser tu novia. —

Fin.

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Gracias a todxs lxs lectores que me apoyaron en cada capítulo. Realmente nunca he esperado que alguna historia mía llegase a tener tantas lecturas y votos a pesar de todas las imperfecciones que tengo como escritora. Espero hayan disfrutado de leer esta historia y puedan valorar mis futuros relatos también. También esperen por el epílogo, que será como un capítulo extra. Una vez más, ¡muchas gracias!

EX CONCUÑADO | TXT's BEOMGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora