XXVI

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— Tienes que ser mi novia. — Susurró.

¿Qué se suponía que debía decir en aquel momento? Ni siquiera había sido una confesión directa. Solamente procedí a reír nerviosamente mientras golpeaba su hombro ligeramente, pensando en la posibilidad de que solamente estaba bromeando con el objetivo de verme actuando tímida.

— Solo ando con gente guapa, lo siento. — Seguí su corriente.
— Por eso vas a andar conmigo. — Alzó sus cejas juguetón.

Inmediatamente una expresión seria adornó mi rostro. Odiaba que haga aquel tipo de comentarios porque no se lo podía negar: era extremadamente guapo, el más precioso del instituto a mis ojos y de seguro de muchos más. Pero mi orgullo no me permitía admitir su deslumbrante belleza, simplemente era irritante la manera en la que se emocionaba como un niño al oír un mínimo cumplido. Aunque muy en el fondo, me gustaba aquel lado de él.

Él solamente se rió a carcajadas de su propio chiste y de mi seriedad, para luego acercarse hacia mi plantándome un beso sobre mi mano como si se tratase de un caballero.

— ¿Qué te había dicho Hyunjoo antes? — Preguntó repentinamente.

Recordé las palabras que anteriormente la mencionada me había dicho con total seriedad.

— Nada, me avisó lo de Eunho y que tenga cuidado porque es conocido por ser agresivo. —
— ¿De verdad? ¿Por qué haría eso? — Cuestionó asombrado.
— Porque te ama, Beomgyu. —

Un silencio algo incómodo se hizo presente en la enfermería, y gracias a la visita de Soobin se consiguió romper aquella tensión.

— ¿Cómo está? — Preguntó Soobin acercándose a la camilla.
— Bien estúpido, hay que llamar a la enfermera. — Bromeé.

El castaño me dedicó una mirada fulminante, como si estuviese tratando de acallarme, cosa que funcionó  ya que provocó que mantuviese silencio.

...

POV DE BEOMGYU.

Luego de eso me dirigí hacia mi salón, mientras que Yumi y Soobin a los suyos. Seguían teniendo aquella expresión de preocupación pero hice lo posible de hacerlos sentir tranquilos aunque sea un poco, pues tenían miedo de que me pueda llegar a cruzar a Eunho por el pasillo al tener nuestras salas en el mismo piso. Pero eso era imposible, ya que de seguro él estaba en clase en ese momento.

Me quedé pensativo, reflexionando sobre lo que había dicho Yumi anteriormente. No terminaba de comprender sus intenciones al decirme aquello con tanta tristeza en sus ojos. ¿Acaso estaba dudando de sus sentimientos? ¿O fueron celos? Sentí algo de preocupación al pensar que la primera opción podría ser posible, pero imaginar que la correcta era la segunda, provocó que mis comisuras se alzaran embobadamente: eso sería muy adorable de su parte. Nunca había notado algún tipo de celos sobre ella al ser una persona de mente abierta, y esa expresión sobre ella hizo que me sintiese algo orgulloso por haber roto aquella "tradición".

Entré a mi salón y tomé asiento en mi escritorio, saludando al profesor. Mis compañeros comenzaron a susurrar cosas, de seguro hablando de mis heridas que eran visibles a simple vista. No los culpo: también me gusta el chisme.

Decidí prestarle atención a lo que decía el profesor, pero aquel intento fue en vano. Algo brillante se me había ocurrido repentinamente, pues sentí la necesidad de hacer mucho más evidentes mis sentimientos hacia Yumi.

Sí, exactamente. Voy a pedirle que sea mi novia.

Creí que, luego de meses del incidente entre nosotros y mi hermano, ya era el tiempo adecuado para proponerle ser mi pareja: mi primera novia, en realidad. Obviamente sin contar la que tuve en mis épocas de jardín de infantes solamente porque me regaló un dulce.

Nunca antes me había confesado a una chica, Yumi era la primera y creía que sería la última. Estaba comenzando a resultarme algo difícil en pensar en un plan impresionante para que la chica se sorprenda y no pueda negarse ante mi propuesta. Definitivamente necesitaría la ayuda de mi mejor amigo.

...

Las horas de las clases no pensaban en pasar rápidamente, lo único que deseaba era estar con Yumi en esos momentos. Sé que sonaré bastante intenso, pero luego de tantas cosas, por fin encontré la paz entre nuestra relación. Pero como he mencionado, en este receso no podía verla. Necesitaba hablar con Soobin sobre un plan perfecto para poder pedirle a Yumi ser mi novia. Sin dudas debía ser perfecto, no quería ser rechazado como el miserable de Eunho.

Luego de horas de espera, el timbre había sonado y al mismo tiempo fui corriendo hasta el salón del más alto. Cuando lo vi sentado en su asiento, me acerqué a él corriendo para tirarlo del brazo y guiarlo hasta algún pasillo aislado.

— Soobin, ayúdame. — Susurré desesperado.
— No le voy a pegar a Eunho por tus celos estúpidos, Beomgyu. — Se negó.
— No, no es eso. — Lo miré con mi ceño fruncido.
— ¿Entonces qué? — Cuestionó.
— Necesito proponerle a Yumi a que sea mi novia. —
— ¡¿Qué?! —

Tapé su boca con la palma de mi propia mano, mirando a los costados asegurándome de que nadie lo hubiese oído.

— Ayúdame. —
— Hmmm... ¿tienes en mente algo? —

EX CONCUÑADO | TXT's BEOMGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora