POV Narrador
Pasaron días desde la salida del grupo y obviamente tenían que repetirlo. Ahora fue Oboro a quien se le ocurrió el lugar.
En serio Oboro, ¿A dónde vamos? - el felino pregunto caminando por un túnel de piedras con sus amigos.
No te impacientes, ya casi llegamos. - caminaron unos metros más y llegaron al final del túnel. Oboro movió las lianas que cubrían la salida como si de unas cortinas se trataran. - Encontré este sitio cuando era pequeño y exploraba la superficie. Desde ahí no he dejado de venir. - todos vieron el lugar.
Era una especie de cueva con un agujero en lo que vendría a ser el techo del cual entraba la luz y caía sobre un gran árbol. Se acercaron un poco más y abajo había un lago brillante.
¡Este lugar es muy lindo! - Emi y Nemuri volaron por todas partes.
Wow. - el rubio murmuró caminando alrededor del lago.
Este puede ser nuestro lugar de descanso. - se sentó en la orilla y su cuerpo desprendió un brillo. Había regresado a su forma original para meterse al agua.
Mientras todos se paseaban, Aizawa se trepó al árbol con facilidad y vio todo desde arriba.
Si que te relaja este ambiente.
Saltó desde la copa hacia el piso, cayendo de pie y se sentó en la orilla con Hizashi. Conversaban con Oboro sobre el gusto hacia Nemuri.
Por cierto. - el menor sacó algo de su bolsillo. - Tengo la joya que pediste. - mostró un collar de cuarzo rosado y el peli-azul se emocionó.
¡Te quedó increíble! Gracias Shō. - lo tomó y lo observó a detalle.
¿Ya le vas a decir? - preguntó Hizashi apoyándose en sus codos.
Estaba pensando en eso, pero, ¿Qué pasa si me rechaza y terminamos mal? - los otros dos chicos se miraron incrédulos y volvieron a ver al tritón.
No creo que termine mal. - hablaron al mismo tiempo. - ¿Cuándo lo vas a hacer?
Pensaba invitarla, pero no sé dónde. - cruzó sus brazos en la orilla y se apoyó mientras movía su aleta.
Deberías pedirle consejos de este tipo a Emi, tal vez ella sabe más. - respondió Aizawa y el chico aceptó, nadando hacia las hadas.
¿Qué crees que suceda? - murmuró Hizashi.
Una de dos: se traba al hablar o simplemente no dice nada y Nem toma la iniciativa. - rieron y vieron como pequeñas luciérnagas llenaban el ambiente mientras se hacía de noche. Todos se asombraron y sonrieron disfrutando el momento. - Hace tiempo que no veía tantas luciérnagas.
Te voy a mostrar un truco. - el felino miró como su amigo se paró para tomar una pequeña rama, que casualmente parecía un árbol en miniatura, y se lo entregó. Este lo miró confundido. - Párate y extiende tu brazo. - le hizo caso y en cuestión de segundos varias luciérnagas se posaron en la rama, asimilando hojas.
Ya sea por la luz o por la emoción sus ojos brillaban de igual forma.
Es increíble. - susurró mirando los insectos. En eso sintió una mano cerca de su rostro, se giró para ver que sucedía y vio como Hizashi hacía algo con su cabello. - ¿Q-Qué haces? - se sorprendió por la cercanía.
