POV Narrador
HIZASHI NO JUEGUES ASÍ CONMIGO. - Oboro agarró las piernas de su amigo.
Se encontraban en el muelle, el recién mencionado estaba sentado en éste y el peli-azul en el agua.
Esta es una de las mejores cosas
que he escuchado.
Te gusta Shouta. - cantó molestándolo y el otro solo agachó su cabeza avergonzado. - ¿Ya pensaste en cómo le vas a decir?
¿Quién dijo que le tengo que decir? - lo miró y su amigo se sumergió para gritar algunas palabras, que obviamente, no se escuchaban.
No, no, no y no. - regresó a la superficie. - A ver. - tomó aire. - Vas a hacer esto. Usa tu cabecita para pensar en una buena declaración, le dices, se besan y viven felices por siempre, ¿Ok?
No creo que funcione. - murmuró. - Yo soy yo y él es... - suspiró y se echó mirando al cielo.
Inalcanzable, eso es lo que
es.
¿No has visto cómo te mira? - inclinó la cabeza. - Nada malo sucederá, créeme. Además si son sentimientos tan fuertes, hace daño guardarlos por mucho tiempo.
Sería más fácil si te lo pudiera
decir, pero Nem me corta la cola.
¿Tengo otra opción? - volvió a sentarse y miró al tritón, el cual negó con una sonrisa. - Vale, ¿Ideas?
Hm. - pensó por un rato. - Uh, mi padre se le declaró a mi madre con flores, pero las mandaba en anonimato. Cada una tenía un significado. Después de cuatro días de regalos se la llevó a pasear y ahí se le declaró.
Puedo intentarlo. - jugó con su liga para el cabello.
Más te vale intentarlo. - le lanzó una mirada. - Vas a ver como tendrán su final feliz.
Cada uno se regresó a su casa después de esta charla.
¿Ahora que flores le doy?
Caminó por el bosque para despejar su mente y para pensar en los regalos.
Se sentó una roca cerca de un arroyo.
Tal vez no debería...
Giró su mirada y a su lado había un gran arbusto con gardenias blancas y rojas. Se le acercó y tomó una de las flores.
Tomaré esto como una señal.
Tomó un par de cada color, las armó en un pequeño ramo y con hierba alta las amarró.
Supongo que con esto bastará.
Ahora debo dárselo, creo que hoy no
estaba en casa.
Atravesó el bosque y llegó a la entrada de la montaña. Se puso la capucha de su abrigo y corrió hacia la puerta de la casa. Por suerte no había mucha gente a su alrededor.
Dejó el ramo apoyado en la puerta y volvió por donde vino.
Primer regalo hecho, espero
que te funcione el plan Oboro.
POV Aizawa
Regresaba de la mina después de una tarde de excavaciones. Subí las escaleras y para mi sorpresa había algo en la entrada.
