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POV Narrador

Primeros dos días pasados con facilidad y satisfacción por las reacciones del menor.

Mamá. - el chico llamó a la mujer que se encontraba frente al horno. - Hoy y mañana debo ausentarme otra vez.

¿Y se puede saber porqué? - dejó una bandeja con panes en la mesa del frente. - Últimamente has salido apurado y regresas bien contento.

Ah, sobre eso... - tomó un mechón de cabello y se hizo una trenza por puro nerviosismo. - Puedo o no tener un pequeño gusto en un chico. - murmuró con su rostro rojo. La mayor mostró una gran sonrisa.

¡Cariño, a nuestro hijo le gusta alguien! - exclamó y la rubia no tardó en aparecer.

¿Quién es?, ¿Dónde vive?, ¿Lo conocemos? - lo bombardeo de preguntas y el pobre apenas podía mirarlas.

Mary tranquila, déjalo respirar. - la tomó por los hombros.

Sí lo conocen. - las miró. - Es Shouta. - dijo en un hilo de voz. Las dos se acercaron más a él, alegres.

Por eso haces lo que haces. - la morena pasó su brazo por encima de sus hombros. - Ya dinos, ¿Qué te traes entre manos? - sonrió de lado y levantó sus cejas. Les contó el plan de su amigo y ambas lo molestaron. - Vaya, mi hijo es todo un romántico. Si quieres un consejo, te recomiendo usar tulipanes, creo que cerca de la villa de las hadas hay flores modificadas con magia.

No es mala idea. - murmuró. - Vale, no puedo perder el tiempo. - se dirigió a la puerta del local despidiéndose de las dos mujeres y a la vez agradeciendo la idea.

POV Hizashi

Gracias a los que me
rodean no se me complica
tanto descubrir nuevas ideas.

Llegué al local de las flores y me acerqué al encargado.

Disculpe, ¿Tendrá tulipanes? - pregunté quitándome la capucha.

Claro joven, de todos los colores. - me guió a la zona de dichas flores. - ¿Ocasión específica?

Regalo para alguien especial. - miré la cantidad de flores a mi alrededor, era una tienda hermosa.

¿Ese alguien especial le trae paz? - se volteó para elegir las flores.

Demasiada. - suspiré recordando el momento del festival.

Entonces debe llevarse unos tulipanes azules. - tomó unos blancos y con magia los transformó. A continuación creó un lindo ramo con un lazo amarillo.

"Los tulipanes azules están asociados
a la paz. Al usarlos como regalo estás transmitiendo este sentimiento y
a la vez dices que toda tu lealtad
va dirigida a ese alguien indicado."

Pagué por el ramo y me despedí del señor.
Al salir no perdí más tiempo y me dirigí a la montaña.
En el camino me topé con uno de los muchos arbustos que ya había visto días atrás. Esta vez era uno de dientes de león.

Podría tirar dos pájaros
de un tiro y darle dos en
el mismo día.

Sin dudar, me agaché y tomé algunos, amarrándolos con hierba alta.

Debería ponerle una nota.

De mi bolsillo saqué un lápiz de carbon y un pedazo de papel. Siempre preparado para cualquier ocasión.

"Éstos ya serán los últimos ramos,
¡Lo prometo!
Pdta. Puedes soplarlos si quieres."

Lo enganché y me sentí orgulloso de mi trabajo. Seguido esto me fui a la villa usando mi capucha.

Debo tener cuidado, hay
más personas que ayer.

Me escapé por callejones hasta llegar a la puerta de su casa. Acomodé los ramos y me escondó para ver sus últimas reacciones.
No tuve que esperar mucho, ya que ni bien entré a mi escondite él salio a la puerta.

POV Narrador

¿De nuevo? - el azabache recogió el ramo y vio la nota. Rió levemente.

Regresó a su casa por un momento y dejó los tulipanes en un jarrón. Volvió a salir y se sentó en los escalones de su casa con los dientes de león en sus manos. Comenzó a soplar cada uno y las pelusas eran llevadas por el viento. Se dedicó a mirarlas con una sonrisa, cosa que hacía que el rubio se enterneciera.
El atardecer hacía la vista aún más perfecta.

¿Debería decirle ahora?

Sus pensamientos lo consumían y solo le quedaba una petición antes de que se sepa la verdad. Qué mejor momento que ahora.

El joven se quitó el abrigo y caminó con naturalidad hacia él. Aizawa lo vio y levantó su mirada.

Hola Hizashi. - se saludaron. - ¿Qué te trae por aquí? - se paró en frente de él.

Venía a preguntarte algo. - murmuró y se rascó la nuca con un poco de nerviosismo.

¿Sucede algo? - inclinó su cabeza buscando la respuesta.

No... bueno sí... depende de donde lo tome. - susurró lo último. Tomó aire y formuló la frase. - ¿Podemos vernos mañana al anochecer?, tengo algo que decirte. - lo miró a los ojos con sus mejillas algo ruborizadas, pero no se veía bien por la luz anaranjada que se posaba es su rostro.

C-Claro. - ahora él se puso rojo. - ¿Dónde nos encontramos?

Si te parece bien, en el prado en la base de la montaña. - éste asintió. - Entonces te veo allá. - mostró una sonrisa y esto hizo que el felino moviera su cola.

Nos vemos mañana. - se despidieron con la mano y vio como Hizashi se iba corriendo.
Miró el último diente de león y lo sopló.

Que sea él.

Entró a casa y miró los varios jarrones; los había dispersado porque eran pequeños así que parecían más flores que antes.

Ahora solo queda esperar.

Se echó en su alfombra y vio como su cola aún se movía. Estaba contento.

POV Hizashi

Lo hice, ya casi acabo esta
fase. Ahora debo pensar en lo
que le voy a decir.
No puedo pedir ayuda, esto debe
salir de mí.
Debo ser completamente honesto.

Regresé a mi casa y lo primero que hice fue lanzarme a mi cama soltando un gran suspiro.

Espero no asustarlo.
¿Qué pasa si digo algo malo?
¿Y si le molesto?

Comencé a pensar mucho las cosas y varias dudas rondaban por mi mente.

No Hizashi. No seas así.
Vas a decirle tus sentimientos,
no te eches para atrás.
Confía en ti mismo.
Igual si todo sale mal puedo
inventarme algo para solucionarlo,
pero por ahora se positivo.

Our Happy Ending (Erasermic) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora