Chandra y Jason.
Eran mejores amigos desde que estaban en pañales y eran completamente inseparables. Pero luego él se fue a Europa a correr , y ella a Los Ángeles por su carrera musical.
Siete años después están triunfando en lo que siempre quisier...
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Jason estaba teniendo un día bastante bueno. Se había despertado a tiempo, había podido tomar su desayuno y su café sin ser interrumpido, había terminado su sesión de entrenamiento temprano; y ahora estaba esperando a Charles en el lobby del hotel ya que iban a salir a comer.
Acababa de salir del ascensor, cuando vio a una chica petisa, de pelo largo y castaño, de pie con un bolso en la mano y los ojos puestos en el teléfono. La chica le resultaba extrañamente familiar. Como si la hubiera visto antes en alguna parte.
La chica levantó la vista y se apartó el cabello de la cara, y el corazón de Jason casi se detuvo. No era de extrañar que le resultara tan familiar. Era Chandra.
Estaba aún más guapa que la última vez que la había visto. Bueno, la había visto en fotos, en internet y en la televisión, pero, ¿quién en no lo había hecho? Era casi una superestrella internacional.
Él había seguido su carrera desde que lanzó su álbum debut cuando tenía diecisiete años. No es que Chandra lo supiera, por supuesto. La había seguido en Instagram, twitter y había leído todos los artículos sobre ella que aparecían en su feed. Antes de que pudiera detenerse, su nombre salió de sus labios.
—¿Chandra?
Ella se dio la vuelta y cuando lo miro, sus ojos se abrieron de par en par por el shock. Por impulso, Jason se encontró caminando hacia ella.
—Jason –dijo.
Sus ojos delataban que ella estaba luchando por mantener la compostura. Él no podía culparla realmente. Él la había cortado de su vida sin una palabra y sin darle una razón.
—Hola –Oh, dios, esto es tan incómodo, pensó para sí mismo.
—Hola –dijo ella —¿C-cómo has estado? –pregunto luego de unos segundos.
Jason estaba tan incrédulo de haberla visto de nuevo que tardó una fracción de segundo en responder.
—Bastante bien. ¿Y tú?
Ella puso una sonrisa que él sabía que era lo más falsa posible. —Bien en realidad.
—Oye, Chandra... se que ha pasado tiempo, pero me preguntaba si podríamos juntarnos alguna vez. Ya sabes... solo para ponernos al día —preguntó él. Por favor di que si, por favor di que si, por favor di...
—Si, claro. Me encantaría –dijo ella, sin dudarlo.
—¡Chandra!
Una voz hizo que ambos giraran la cabeza.
—Daniel –los ojos de Chandra se dirigieron al australiano cuando este se dirigió hacia ellos.
—¿Se conocen? –preguntó Daniel, haciendo un gesto entre Jason y Chandra.
