Play || Joerick

5

Erick tenía un poco de resaca por culpa de la noche anterior. 

Al final pidieron otra botella, que también terminaron entre Zayn y él. Al acabar, el alfa lo acompañó hasta su habitación entre tumbos menos exagerados que los de él. Erick recuerda reírse, cuando Zayn se tropezó y tiró un jarrón en la esquina antes de llegar. Los dos se despidieron rápido después de eso, porque tampoco tenían demasiado que comentar. 

Nada más despertar se encontró vestido con la ropa de anoche, desplomado en la cama todavía hecha y con un sabor deleznable de boca, además de que tenía todo el pelo enredado. 

Se dio una ducha rápida y, cuando salió completamente vestido— ese día había elegido un pantalón que estilizaba sus piernas y una camiseta blanca, que terminó tapando con una chaqueta ligera de un gris suave—, Yocelyn ya estaba arreglando el desastre que él había hecho en las sábanas. 

La saludó y le pidió disculpas por haber manchado de malditas babas la colcha. Ella le dijo que no se preocupara y que Louis y Niall le estaban esperando para desayunar en la cocina con algunos empleados más. Esa vez, Erick aceptó la invitación. 

Realmente, fue agradable descubrir un poco de la vida de toda esa gente. Habían algunos que llegaron por medio de abusos y amenazas, otros que dejaron el pueblo porque tenían que ganar dinero para alimentar a sus familias de alguna manera. Le contaron catástrofes y desgracias. Cuando él mencionó a Daysi, algunos incluso supieron ubicar a Erick entre los rumores de Flood Island. 

—Venga— acabó diciendo Niall—. Vamos a dar un paseo. Seguro que Fred se está encargando del jardín ahora mismo. Es el jardinero más bueno que alguna vez he visto.  

Louis guardó las manos en los bolsillos de su pantalón holgado y reafirmó lo dicho con un asentimiento de cabeza. 

—Un buen hombre. 

La mansión tenía tres jardines. El delantero era ancho y se caracterizaba por su barrera impenetrable de árboles esbeltos. El segundo era uno interior. Conectaba la cocina con las habitaciones de los empleados. Estaba cubierto, pero lucía preciosas dalias, lirios y claveles. Y, el último, era el trasero; donde habían posiblemente kilómetros de explanada y en el que se llevaba a cabo el juego del rugby. 

Ellos fueron al trasero ese día. 

Conoció a Fred, que resultó ser el jardinero de la casa. Un beta de sesenta años, que hablaba lento y que les regaló una margarita a Louis y a él en cuanto los vio de reojo comentando sobre lo hermosas que eran. 

Louis la puso tras su oreja, dándole un toque tierno que el omega acentuó con una sonrisa intensa. Erick la agarró entre sus manos y jugó con ella. Era muy bonita y le gustaría dejarla en la habitación para que dejara un aroma agradable. Si aguantaba, podría enseñársela a Yocelyn al día siguiente y todo… 

Cuando llegaron al campo, algunos alfas y betas estaban jugando ahí. 

Erick localizó a Joel enseguida. 

Joel se movía por el campo con destreza. Sin camiseta y con un pantalón ancho de deporte que llegaba hasta sus rodillas. Sus luceros parecían perforar el balón que los dos equipos utilizaban para el juego, y que volaba por los aires de manera exagerada constantemente.

Cuando otro alfa pasó por su lado, le dijo algo que provocó una carcajada en Joel. Erick no se la esperaba, así que se encontró a sí mismo suspirando ante eso. 

—Anoche conocí a Zayn y a Gigi— se encontró a sí mismo contando. 

—¿Sí? ¿Y qué tal?