ESPECTRAL

Introducción

  Las almas malditas no dejan de susurrar sus escandalosas voces en un chillido por que las escuche, y atemoricen la médula de mi cuerpo hasta hacerla desear que termine el momento de su presencia.

  ¿Por qué logro verlas? Es la incógnita que en las noches me pone inquieta. Ahora suplico que este acercamiento con lo infrahumano sea solo un posible caso de locura que emerge de mis miedos.

  Hace no mucho tiempo atrás, quizá solo un año inició todo tan de repente. Esa noche de sucesos paranormales marcaron mi vida en solo unos segundos después porque supe que nada volvería a ser como fue.

“Desdoblamiento astral”, lo describen algunos que han sufrido de esta autoscopia (Verse a sí mismo en un punto externo, como si su alma se hubiera salido del cuerpo mediante sueños). Fue este el primero de los enlaces taumatúrgicos con caracteres del purgatorio, o por lo menos así se me ha creado la perspectiva. Y ahora que el tiempo no se ha detenido al igual que las escenas aquellas, eh sacado la conclusión de que en la mira me tienen tres entes. Todos son en su esencia la maldad que los mueve y la ira repugnante que en algún punto es psicópata, con ideas de penuria en su cabal tan marcadas que con solo estar en su entorno puede torturarte con el silencio que producen.

  Sus limitaciones son lo único que me protege (por ahora). Su impotencia de tener un contenedor es la satisfacción que me hace obtener el sueño, pero en realidad también me tiene intranquila unas cuantas veces al mes; con esas sus visitas nada deseadas.

  La constante aspiración a una conquista carnal y apoderarse de lo que nunca han podido palpar: Un cuerpo.

  Con ese planteamiento, fastidio a mi ética porque sé que sus perversas citas en la obscuridad de la noche, apetecen algo mío.

Y ahora también quiero confesar que tengo un pánico que comenzó  a nacer, pese a eso voy a escribir letra a letra todo lo que pasa, aunque eso los acerque más a verme como su ventana a esta dimensión.