02 Los ignorantes son asustadizos

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La Academia Babilonia de Artes Mágicas y Militares poseía uno de los territorios privados más extensos dentro del Imperio Itálico debido a su alta reputación entre todos los centros del saber. Por ese motivo también era una de las instituciones educativas más importantes para la formación de Magos y Caballeros que provenían de las mejores familias.

Para instruir a los jóvenes en las Artes Mágicas, esta Academia poseía diversas Facultades, que consistían en Luz, Oscuridad, Fuego, Agua, Viento, Tierra, Trueno, Invocación y Espacio. Cada facultad tenía su propio conjunto de edificios independientes donde se impartían sus clases, poseía su propia biblioteca, laboratorio, campos de entrenamiento y un distrito habitacional. Si esto se les sumaba las estructuras de la sección de Artes Militares, toda la Academia era prácticamente una pequeña ciudad independiente.

Bryan era un esclavo propiedad de la Escuela Necromántica, que actualmente era considerada como una simple sub-categoría dentro de la Facultad de la Magia Oscura. Al principio esta disciplina era una facultad en pleno derecho, pero su constante decadencia la hizo perder mucho prestigio a lo largo de varias generaciones. Además, los jóvenes Necromantes tenían que trabajar con esqueletos, zombis y no-muertos similares muy poco agradables a la vista. Por todos estos motivos terminó convirtiéndose en la escuela más impopular, donde únicamente estudiaban quienes no podían permitirse algo mejor e incluso eran objeto de burla para los estudiantes de otras disciplinas con mayor prestigio.

Así pues, el difunto esclavo estuvo sirviendo a los estudiantes de la escuela mágica más débil y despreciada de todas durante sus años como recadero para la Academia. Si a eso se le añadía sus otras tareas miserables, como transportar cadáveres o esqueletos hasta la basura... podrían escribirse varios libros sobre el sinfín de miradas despectivas y actos de desprecio que tuvo que soportar hasta el final de su vida. Cada día era un infierno para él.

Bryan siguió la ruta en los recuerdos del esclavo muerto y tomó un pequeño sendero auxiliar que lo llevó desde las rocosas montañas hasta una pequeña puerta reservada especialmente para los esclavos recaderos que volvían en la noche.

La mayoría de los estudiantes ya estaban durmiendo, pues hacía mucho que la luna había alcanzado su cenit. Como Bryan estaba utilizando una ruta aislada no se encontró con nadie en su camino de regreso. Observó el entorno a su alrededor mientras admiraba la impresionante arquitectura en piedra de la Academia Babilonia: gigantescas columnas de mármol sobre los cuales se alzaban magníficos arcos de piedra tallada que sostenían techos abovedados. Parecía que todas las paredes estaban cubiertas de hermosos relieves, aunque sus ojos no podían distinguirlos a pesar de la luz de la luna que entraba por unos enormes ventanales que cada cierto tiempo encontraba en su camino. Todo el entorno lo hacía sentirse bastante pequeño e insignificante. También recordaban mucho a las imágenes de algunos países en la antigua Europa Occidental de su propio mundo.

Finalmente, (y con un poco de esfuerzo) logró encontrar el camino a la zona designada para los estudiantes de Necromancia. Pero el pobre de Bryan no poseía nada parecido a una habitación, sino que vivía en un depósito, un lugar apropiado para su condición como esclavo.

El almacén estaba lleno de un sinnúmero de objetos, la mayoría de los cuales era basura descartada o ingredientes que habían sobrado de los experimentos. Estos artículos estaban ahí esperando a que Bryan los organizara y se deshiciera de ellos. Los estudiantes a menudo lanzaban su basura a través de un pequeño agujero abierto en lo alto de la pared para que Bryan la botara antes del amanecer.

El almacén no era muy grande para empezar. Excluyendo toda la basura dispersa, la única otra cosa destacable era un pequeño camastro de madera con un montón de paja encima que usaba para dormir y que siempre terminaba cubierto por una montaña de basura al final de cada día; porque los estudiantes nunca prestaban atención al lugar en que arrojaban sus desperdicios.

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora