18 ¡Por favor ya quítanos la soga del cuello!

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Fanny no tenía la intención de someterlo inmediatamente a un estudio minucioso mientras estaba lesionado, así que lo dejó marchar después de limpiar sus heridas, vendarlas y revisar que no sufriera lesiones en algún otro lugar.

Mientras caminaba en silencio Bryan sentía que las frustraciones se le acumulaban por momentos. Sabía que llegaría el día en que alguien descubriría su fachada, pero no esperaba que fuese Lisa ni que ocurriese tan pronto.

Pero la verdad era que sólo podía culparse él mismo. Hasta el momento la joven había dejado pasar muchas de sus faltas con el pretexto de que estaba loco, pero se había excedido demasiado. Y ahora que la joven había descubierto la verdad, no era extraño que quisiera su sangre.

"¿¡Y ahora cómo salgo de esta!?"

Bryan continuó caminando perdido entre sus dispersos pensamientos, hasta que sus pasos terminaron llevándolo a su almacén casi sin darse cuenta. Pero justo cuando estaba por abrir la puerta, descubrió que Carey y Borg estaban sentados contra la pared muy cerca de ahí. Realmente no se esperaba volver a verlos tan rápido, porque al ser ellos los cabecillas los había golpeado con especial crueldad durante la paliza en la sala de entrenamiento. Sus caras ya se veían bastante magulladas y maltrechas, además que muy pronto comenzarían a hincharse.

Al verlos a ambos esperándolo ahí, Bryan dejó de lado sus preocupaciones temporalmente y adoptó una postura alerta, mientras miraba rápidamente a su alrededor de un modo cauteloso, preguntándose cuántos más se habrían escondido esta vez para emboscarlo. No dudada que estos dos habían venido para intentar cobrarse una nueva venganza.

Sin embargo, a estas alturas Bryan no sentía otra cosa que franco desprecio por esos jóvenes y no tenía ninguna intención de escaparse ahora. Así que entornó la mirada de forma amenazante y avanzó hacia los abusivos sin decir una palabra, con pasos muy lentos, hasta que llegó al sitio donde normalmente golpeaba la basura para compactarla. Ahí recogió una roca muy dura que empleaba precisamente para ese fin. Solo cuando tuvo un arma en las manos, sonrió a sus dos visitantes con esa expresión inocente que usaba como máscara y dijo: - ¿Todavía quieren pelear? -

Pero en lugar de la reacción violenta que esperaba, Bryan vio que ambos se estremecían como si estuvieran frente a una especie de monstruo. Era como si él mismo, avanzando hacia ellos con una sonrisa amable en el rostro y un pedrusco en una mano, fuese lo más espantoso que hubiesen visto en sus miserables. Por un momento permanecieron en silencio mientras tragaban saliva, pero entonces Carey dijo apresuradamente: - Bryan, por favor, ya quítanos la soga del cuello. Lamentamos haberte ofendido antes y juramos que nunca más nos volveremos a meter contigo. ¡Por favor perdónanos! -

A su lado, Borg también estaba mirando a Bryan, con una cara llena de miedo, mientras sacaba temblorosamente dos monedas de plata de su bolsillo. Se encogió frente a Bryan y le ofreció las monedas mientras decía: - Bryan, esto es una muestra de nuestra sinceridad. ¡Te lo ruego! ¿Puedes hablar con la maestra Fanny por nosotros? ¡De lo contrario van a despedirnos de la Academia! Nuestras familias son pobres y dependen completamente del dinero que ganamos haciendo recados aquí. ¡Por favor, quítanos la soga del cuello! -

"Entonces, han venido a suplicarme". Bryan arrojó a un lado la roca que estaba en su mano. La mirada amable y estúpida en sus ojos se desvaneció mientras descansaba sus dos manos sobre los hombros, pensando perezosamente en lo que debía hacer con estos dos.

Después de un momento les sonrió y dijo: - ¡No necesito sus monedas! -

Borg y Carey se miraron el uno al otro, luego miraron a Bryan que parecía completamente imperturbable. Ambos se inclinaron, poniendo una rodilla en el suelo y le imploraron: - ¡Bryan, por favor perdónanos! ¡Nunca más nos atreveremos a hacerte algo de nuevo! -

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora