09 Esta vez está realmente jodido

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Sobre la ropa de Irene se había abierto de un tajo, revelando una piel blanca como la nieve e incluso un indicio de la curva superior de su seno derecho. La pobre estaba avergonzada como nunca en su vida y se sentía completamente aterrada. De inmediato se puso a chillar pidiendo auxilio, pero ningún estudiante dio un paso adelante porque estaban concentrados en otra cosa. El área expuesta de su piel atrajo las miradas ávidas de todos los estudiantes masculinos a su alrededor.

Irene ya era una muchacha que se destacaba. Su belleza se veía realzada por su sutil porte aristocrático que proyectaba una sensación inspiradora de inviolabilidad. Además, los estudiantes varones que estaban más cerca de ella pasaban por esa etapa de la vida que los hacía insaciablemente curiosos acerca de los misterios del cuerpo femenino y se olvidaron por completo de cualquier intento de colocarse frente a ella o defenderla.

Para cuando recuperaron el sentido el Pequeño Esqueleto ya estaba haciendo otro movimiento y era demasiado tarde para evitarlo. En menos de un segundo había cerrado la distancia entre ambos. La pequeña y brillante daga de hueso volvió a apuntar hacia la asustada bruja. Nadie se atrevió a atacar por temor a herir accidentalmente a Irene con su magia.

Cuando la muchacha miró aterrorizada hacia el interior de las cavidades oculares del monstruito que la estaba acosando, segura de que su siguiente ataque la mataría. El miedo provocó que se quedara congelada y se quedó sentada en su lugar, sin atreverse a moverse. ¿Quién habría pensado que su fin llegaría en manos de una despreciable Criatura Oscura y encima de todo una de las más débiles de su tipo? Era muy patético.

Corte Oblicuo...

Irene sintió frío en su cintura derecha y pensó que había sido apuñalada, pero al bajar la mirada se dio cuenta de que no estaba herida. En vez de eso, su túnica mágica había sido cortada desde la cintura derecha hasta la pantorrilla, revelando mucho más de su piel. Unas caderas firmes y suaves junto con su par de piernas flexibles y relucientes quedaron descubiertas esta vez. A través del corte se podía incluso llegar a entrever un pequeñísimo brillo de luz reflejada por su ropa interior de seda reluciente. Irene podía oír como a algunos de los estudiantes varones que la rodeaban tragaban saliva ruidosamente y los murmullos de las estudiantes mujeres.

- ¡Aaaah...! -

Aunque hubiese sido terrible que el esqueleto la matara de un solo corte, en ese momento Irene sentía que ser desnudada frente a los ojos ávidos de sus compañeros era peor que la muerte. Un grito penetrante resonó en su garganta mientras se alejaba sin dirección, tratando desesperadamente de ocultarse.

De pie a un lado estaba Lisa, que parecía querer decir algo, pero vaciló y se quedó muda después de ver como una parte tan grande de la túnica de Irene era destruida.

- ¿Qué... qué le pasa a este esqueleto? ¿Por qué trata de destruir la ropa de Irene? -

- ¡Ya déjense de estar mirando! ¡Dense prisa y hagan algo! -

Los estudiantes varones finalmente recuperaron sus sentidos al oír los gritos de las mujeres y comenzaron a levantar los brazos, listos para recitar hechizos con los que atacar al Pequeño Esqueleto. Este permaneció quieto y en silencio después de su último ataque, como si necesitara nuevas órdenes de su maestro para saber qué hacer a continuación. Bryan se sentía desesperado mientras veía al esqueleto parado allí. No sabía cómo salir de este problema.

- ¡Maldita Criatura Oscura! ¡¿Te atreves a lastimar a la señorita Irene?! ¡Ahora mismo terminaré con tu miserable existencia! - Fue en este momento que una figura salió rápidamente de entre la multitud con aterradora velocidad y ya había llegado al lado del Pequeño Esqueleto casi en el momento en que terminaba de vociferar.

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora