07 Usando magia demoníaca para refinar a un esqueleto

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- Bryan, en un principio no les creí cuando dijeron que estabas loco, pero ahora, estoy empezando a pensarlo. - Jack retorció su grueso cuello, sacudió la cabeza y suspiró al ver la entusiasta expresión de Bryan mientras declaraba su deseo de poseer a Fanny.

- Tú espera y verás... ¿Eh? ¡¿Pero qué tenemos aquí?! ¿Acaso no son estos los bocadillos que Bach estaba usando para cortejar a Lisa? ¡Jajá, qué golpe de suerte! ¡Nunca he probado las delicias que los nobles siempre se llevan a la boca! -

En su prisa por marcharse, Bach se había olvidado su caja de aperitivos. Bryan los detectó de inmediato y rápidamente se apoderó de ellos como si fuera lo más natural del mundo, luego empezó a comerse el contenido sin siquiera pensarlo dos veces.

Después de dar un par de mordiscos se quedó un momento sorprendido por el exquisito sabor, tan diferente de lo que había probado hasta el momento y luego dijo: - ¡Mmmm! ¡Estos son deliciosos! Al final esta pelea valió la pena. Toma Jack, antes me diste medio pedazo de pan, ahora te devuelvo una caja entera con aperitivos exquisitos. ¡No me dirás que no soy generoso cuando pago intereses! -

- ¿Pero...acaso no son de Bach? -

- ¡Botín de guerra, mi estimado amigo! ¡Golpeé a ese imbécil en la cara y se fue dejándolos atrás, así que ahora son míos! -

Jack: -...-

Aunque no estaba dispuesto a admitirlo, Bryan también estaba muy preocupado por su comportamiento. Ya era plenamente consciente de que conforme avanzaba en el desarrollo de los poderes mágicos que aprendió de Chu Can Lan, su personalidad se volvía más audaz y también su hambre se incrementaba. Cada día que pasaba era más propenso a intentar cosas que no se habría atrevido a hacer antes y sus ambiciones también estaban creciendo. El problema era que tenía miedo de quedarse por siempre como un esclavo o encontrar un destino miserable si no se hacía más fuerte.

- ¡Oigan par de imbéciles! Ustedes deberían estar limpiando los laboratorios ahora mismo. ¡Pero si ni siquiera han terminado de limpiar este corredor! ¡Si quieren problemas, los van a encontrar! -

Mientras que Bryan y Jack estaban hablando sobre el maravilloso sabor de los exquisitos bocadillos, dos sirvientes recaderos algo mayores se les acercaron por detrás. Ambos sostenían trapeadores en sus manos, pero inmediatamente los soltaron para ponerse a acosar a los dos amigos de un modo bastante prepotente.

Los recién llegados tenían alrededor de veinte años y medían más de 170 cm de altura. Se llamaban Borg y Carey, ambos estaban acostumbrados a usar la fuerza para abusar del resto de los esclavos, sobre todo de Bryan y Jack. Incluso llegaban a endilgarles algunas de sus propias tareas sin ningún escrúpulo. Un ejemplo de esto era la limpieza de los laboratorios.

- ¡No pensamos ir! - Bryan fingió que no les prestaba atención, pero en el fondo había decidido que era ya hora de salirse de esa molesta situación. Se sentía más fuerte físicamente y el haberse mantenido firme en su reciente pelea contra Bach aumentaba confianza. Así que se animó a si mismo al decirse que, como ya había comido hasta saciarse, una segunda pelea lo ayudaría con la digestión y esperaba que esos dos idiotas quisieran dársela.

- ¡¿Ahh?! ¿Has dicho que no vas a ir? Así que es cierto que te has vuelto loco, Bryan. ¿Acaso necesitas que te meta un poco de sentido común a puñetazos? - Borg apretó la mano derecha y soltó una risa fría mientras lo miraba.

- ¡Ah, me duele la cabeza! - El cuerpo de Bryan tembló mientras se agachaba en el suelo y se llevó las manos a las sienes. Jack había estado a punto de dirigirse a los laboratorios para comenzar a limpiar, pero se detuvo cuando vio que Bryan iba a utilizar el mismo truco de nuevo y contempló a su amigo expectante.

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora