00 Prólogo

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- ¡Considérate afortunado! aparte de los astronautas eres la primera persona en pisar la luna... ¡Y ni siquiera te costó un centavo! -

Quien le estaba hablando era un extraño anciano con rasgos faciales ganchudos como los de un águila. Vestía unos extraños ropajes que ondulaban de un modo siniestro. El viejo sonreía ominosamente mientras contemplaba a un joven encerrado en una especie de caparazón delgado que parecía hecho de cristal púrpura.

El joven debía bordear los treinta años y sólo llevaba puestos unos calzoncillos estampados con diseños floridos. Su contextura física correspondía a la de una persona acostumbrada a una vida sedentaria, aunque sus pantorrillas tenían algo de musculatura. La expresión de su rostro reflejaba el profundo desprecio que sentía por su interlocutor, mientras lo miraba con mucha ansiedad dentro de su jaula.

- ¡Ya tuve suficiente, maldito vejestorio! ¡¿Qué es lo que quieres?!¡¿Por qué me has traído aquí?! -

Han Shuo estaba lleno de ira. Hasta hacia unos momentos había estado a punto de disfrutar de una ducha fría y refrescante para aliviarse del calor de un día de verano especialmente tórrido, pero ni siquiera tuvo tiempo de desvestirse por completo cuando de pronto una luz blanca resplandeció frente a sus ojos y entonces este anciano extraño se apareció de la nada. El intruso simplemente le dijo: - Las fechas coinciden - e inmediatamente agarró Han Shuo del cuello con una fuerza monstruosa, para luego saltar por la ventana del décimo piso del edificio de apartamentos en el que vivía; aterrorizando en gran medida al joven quien ya de por sí no se destacaba por su valor.

Han Shuo cerró los ojos y gritó de un modo frenético, pero en lugar del inevitable impacto contra el pavimento que estaba esperando, sintió que aterrizaba de forma suave. Cuando finalmente se atrevió a mirar a su alrededor, descubrió consternado que se encontraba en un sombrío paraje desolado y estéril, cuya apariencia no cambiaba sin importar a donde mirara. Toda la tierra parecía marcada, como si hubiese sido víctima de quemaduras severas.

Fue entonces cuando le informaron que estaba en la Luna.

Por algún motivo Han Shuo y ese extraño hombre podían comunicarse fácilmente, posiblemente debido a alguna misteriosa propiedad del extraño caparazón el que se encontraba encerrado. Lo más extraño era que había suficiente oxígeno dentro de la jaula como para respirar sin problemas y protegerse de los horrores del vacío en el espacio exterior.

- Escúchame con atención, no lo voy a repetir. Mi nombre es Chu Cang Lan y dentro de unos momentos me enfrentaré en un combate a muerte contra tres individuos para cumplir mi objetivo de destruir las leyes que rigen el cielo y la tierra. Esto me permitirá ascender hasta el ápice del camino del mal: el REINO DE LOS PRESAGIOS. Sin embargo, aunque individualmente esos sujetos no representan un desafío, no estoy seguro de qué pasará si unen sus fuerzas contra mí. -

El viejo sonrió antes de continuar: - Para asegurar mi supervivencia necesito la ayuda de alguien con la misma fecha de nacimiento que yo y ahí es donde entras tú. Si tengo la mala suerte de caer en la batalla, entonces invocaré una de las magias más poderosas de entre todas las que conozco e implantaré mi conciencia dentro de tu alma. ¡De este modo podré utilizar tú cuerpo para revivirme y me salvaré de la muerte! -

Chu Cang Lan le explicó todo esto con perfecta tranquilidad mientras y en ningún momento rehuyó la mirada de Han Shuo. Pero, aunque su tono pretendía ser amable, había una clara indirecta de peligro que brillaba en sus ojos inyectados en sangre.

- Eh... cuando hablas de "implantar" tu conciencia en mi alma, entonces... ¿qué es exactamente lo que me pasará a mí? - Han Shuo estaba extremadamente confundido y no había podido entender la mayor parte de lo que Chu Cang Lan dijo, pero instintivamente captó un detalle crucial e hizo la pregunta más importante.

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora