13 El conjuro de Fuego Glacial Místico

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En efecto, la expresión de Fitch se distorsionó siniestramente en cuanto Gene terminó de hablar, casi como si alguien le hubiese pisado la cara con un zapato sucio. Rápidamente lanzó un vistazo al rostro estúpido e inocente de Bryan y luego procedió a hablar con el profesor: - Maestro Gene, este miserable esclavo se atrevió a hacerme tropezar. ¿Cómo espera que no le dé una lección? -

Fitch se remangaba la túnica mientras hablaba y rápidamente procedió alanzar un golpe en la cabeza de Bryan usando su báculo mágico de color gris. Al principio, Bryan soltó un suspiro de alivio cuando vio que no estaba empleando magia pues, aunque Fitch era bastante alto, seguramente no tendría mucha fuerza física. Así que decidió ignorarlo por completo y se quedó viendo como el golpe descendía sobre él sin demasiado interés. Estaba seguro que eso bastaría para que el joven se desahogase, así que se quedó quieto sin moverse de su sitio o hacer algún intento por esquivar. Sólo se concentró en mantener su acto de imbécil, sonriendo de una forma tonta y estúpida.

"¡POWN...!"

Repentinamente experimentó un dolor agudo cuando el báculo mágico impactó contra su frente. Soltó un - ¡Auch! - y se retorció por causa del profundo dolor. Nunca pudo haber imaginado que, aunque el báculo parecía que estar hecho de madera en realidad, tenía el peso y la dureza del metal. Bryan sólo pudo resignarse a experimentar la sensación de que su cerebro estaba zumbando en agonía mientras que un enorme bulto comenzaba a formársele en la frente.

"¡Maldita sea, ¿por qué ese báculo mágico es tan duro y pesado?! ¡He calculado mal esta vez!" Pensó Bryan... cuando volvieron a golpearlo antes de que su cerebro tuviera la oportunidad de recuperarse del primer impacto. Entonces sintió que su cabeza se hacía más pesada y se desmayó en el suelo.

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Cuando despertó, estaba acostado en una cama grande y blanda. Percibía distintos olores de hierbas medicinales flotando en el aire. Se dio cuenta de que las dos gruesas contusiones en su cabeza ya se estaban desvaneciendo y que alguien le había aplicado algún tipo de pomada que tenía un efecto de enfriamiento bastante cómodo.

- ¿Estás despierto? - Una cara de repente se acercó a él. Un hermoso cabello púrpura, ondulado y largo, ojos claros deslumbrantes, dientes blancos perfectos y labios rojos atractivos que exhalaron un aliento con una fragancia leve en la cara de Bryan.

- ¿Eh, Fan?... ¡Maestra Fanny! - Bryan soltó un suave jadeo al ver la bonita cara que tenía frente a él y su corazón comenzó a galopar. Se incorporó hasta quedar sentado en la cama y miró a su alrededor, examinando el entorno.

La habitación tendría unos 20 metros cuadrados. Cerca de ellos se alzaba un gran armario empotrado a la pared y en su interior contenía una gran variedad de frascos con sustancias medicinales, así como algunos huesos de criaturas mágicas en los costados. Las paredes estaban llenas de diagramas mágicos y escrituras. En el centro había un pedestal hecho con un solo bloque de piedra tallada de color oscuro sobre el cual habían gravado una matriz mágica. Una sola mirada fue suficiente para que Bryan dedujera que éste era el laboratorio de Fanny.

Mientras estaba observando su entorno, Fanny también lo estaba escudriñando con una mirada atenta y sorprendida. No fue hasta que Bryan terminó de barrer la habitación con la mirada, que Fanny extendió un dedo delgado y golpeó ligeramente su frente. Una pequeña exclamación de perplejidad le siguió poco después: - ¿Eh? ¿La inflamación desapareció tan rápido? Y ni siquiera hubo sangrado cuando fuiste golpeado por ese pesado báculo... ¿Cómo es esto posible? -

El corazón de Bryan dio un vuelco cuando el dedo de Fanny lo tocó, su nariz aspiró con fuerza y sus labios se curvaron levemente por la satisfacción cuando percibió el olor de su perfume floral.

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora