43 Renacido

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- Eh... ¡Cofff! ¡Cof!... - Bryan escupió bocanadas de agua mientras su rostro se tornaba rojo como un tomate. Se apresuró a apartar las manos de Fanny de su cuello, fingió que no tenía idea de los que estaba pasando y preguntó apresuradamente con una expresión compungida: - ¿Qué estás haciendo, Maestra Fanny? Ya prácticamente soy carne molida ¿No puede ser más amable? -

En cuanto terminó de hablar alzó la mirada... y sus ojos casi salen de sus órbitas por la impresión. Fanny y Lisa estaban delante de él, prácticamente como vinieron al mundo. La parte superior de sus cuerpos estaba totalmente expuesta, revelando una extensión de piel blanca y pura como la nieve. Las hermosas cumbres gemelas de Fanny y los pechos ahora florecientes de Lisa desplegaban su belleza descaradamente ante sus ojos.

Una sola prenda delgada de ropa interior, húmeda, goteante y tan fina como las alas de una mariposa, era lo único que cubría el área más vital de las dos mujeres en la parte inferior del cuerpo. Aunque no podía verlas completamente, la tentación casi translúcida que implicaban era aún más estimulante. En todas sus vidas Bryan nunca había estado más consciente del sexo opuesto. Su miembro viril, que había estado a punto de desfallecer a causa de la impresión del ahorcamiento, recuperó su energía y se erigió de nuevo.

- ¡Sí! ¡Finalmente has despertado, Bryan!... Eh, maestra Fanny, ¿por qué lo estás tratando así? - Sentada a un costado, Lisa estaba igualmente perpleja y rápidamente se acercó.

- ¡Mira la parte inferior de su cuerpo! ¡Si realmente se hubiera desmayado no estaría reaccionado así! - Fanny estaba furiosa y hablaba con el rostro enrojecido. Inmediatamente comenzó a tomar represalias, pellizcando y retorciendo a Bryan en varias partes, mientras lo maldecía en voz baja.

Por su parte, Bryan estaba bastante pasmado por la reacción de Fanny y quedó momentáneamente mudo, aunque muy rápidamente se recuperó e intentó pensar en alguna excusa que darles. Pero no podía evitar que sus ojos continuaran vagando sobre los cuerpos de las dos mujeres. De repente tuvo un momento de inspiración y argumentó una improvisada defensa, sin tener en cuenta si su lógica era correcta: - Acabo de ser envenenado por esa serpiente, así que todo mi cuerpo se ha puesto rígido y pesado. ¡Eso incluye a la "parte inferior"! ¿Cómo puede ser culpa mía? -

Cuando termino de hablar, Fanny y Lisa se miraron... Pero entonces cayeron en cuenta de que todavía estaban desnudas. Esto desató una nueva oleada de chillidos, maldiciones y gritos de pánico.

- ¡Cállate! ¡Deja de poner excusas! Nunca me han contado sobre alguien con una erec... con la parte inferior del cuerpo endurecida por culpa del veneno de la Pitón Abisal Venenosa. ¡Eres un maldito degenerado! ¡Ya cierra los ojos y no te atrevas a mirar! ¡Lisa, pongámonos nuestra ropa antes de tratar con él! - Gruñó Fanny enojada y rápidamente abandonó la escena junto con Lisa.

Bryan inmediatamente guardó silencio y fingió obedecer. Pero bien que abrió sus brillantes ojos en cuanto las dos le dieron la espalda para posar una mirada ávida sobre el coqueto y bien redondeado culo de Fanny.

Después de un rato las chicas (ya completamente vestidas) se acercaron caminando furiosamente desde cierta distancia con las mejillas encendidas de color rojo. Fanny miró a Bryan con una expresión sombría, resoplando fríamente al cabo de un rato: - ¡¿Por qué de repente apareciste aquí de un modo tan conveniente?! -

-Eh... Yo me encontraba recogiendo leña para alimentar la hoguera, cuando de pronto me pareció escuchar unos gritos. Por eso vine corriendo para ayudarlas y no me detuve a pensar en nada más. Maestra Fanny, me han herido y no quise mirarlas. Todo mi cuerpo se siente entumecido y no puedo moverme. La cola de la Pitón también me golpeó desde el pecho hasta la mejilla derecha y ahora mismo me duele bastante. Lamento si las ofendí al tratar de salvarlas. - Bryan decía todo esto con una expresión demacrada mientras continuaba acostado en el suelo. Estaba manteniendo su cuerpo inmóvil deliberadamente, aparentando que sólo podía mover su boca y ojos, mientras el resto estaba tan tieso como un trozo de madera.

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora