12 Metiendo la narices en los asuntos de otros

13 4 0
                                    

- Yo... - Bryan abrió la boca, pero ni siquiera tuvo tiempo de pronunciar una sola palabra antes de que Lisa lo cubriese con una lluvia de golpes. Mientras le arrojaba puñetazos no dejaba de maldecirle: - ¡Maldito Bryan!, ¡¿cómo te atreves a besarme?! ¡Mi primer beso me lo robo un loco! ¡Oh, dioses! ¡Esto es demasiado horrible! ¡Voy a matarte! -

La mente de Bryan también estaba hecha un auténtico revoltijo, no solamente había besado a Lisa, sino que encima había sido la primera vez de la muchacha. Ese hecho definitivamente le añadía un especial sabor a la mezcla.

Por su parte, Lisa estaba extremadamente alterada y su trasero todavía le dolía. Así que sus golpes, aunque frenéticos, no eran realmente muy fuertes. Por lo menos Bryan no sentía ningún dolor. El nerviosismo frenético de la muchacha hizo que brotase en su interior un curioso sentimiento protector y se dejó golpear mientras pensaba a toda velocidad, buscando algún modo de salir vivo de todo este asunto. Pero sin importar cuántos escenarios imaginase, la única forma parecía ser convencer a Lisa de que olvidase todo este asunto, aunque no creía tener la más mínima esperanza de lograrlo.

Finalmente, Lisa pareció cansarse de golpearlo después de un rato. Sus ojos estaban un poco rojos e hinchados y seguía lanzándole miradas furibundas a Bryan, pero después de un momento, la joven frunció el ceño habló dijo fríamente: - Bryan, te dejaré ir si me dices una sola cosa. -

Momentáneamente aturdido, Bryan preguntó con un tono que le pareció casi estúpido: - ¿Qué quiere que le diga... joven ama? -

- ¿Por qué te has hecho tan fuerte estos últimos días? Antes nunca habías podido esquivar a los Guerreros Esqueléticos, pero ahora, incluso un Guerrero Zombi es más lento que tú. Esta mañana fue evidente que el Aura de Batalla de Claude impacto con tu cuerpo y sin embargo aún estás vivo. ¿Por qué no te moriste de inmediato? ¿Qué es lo que te ha pasado? - Respondió Lisa, mirándolo atentamente durante todo su interrogatorio.

En su interior Bryan estaba pensando "¡Oh, no!" mientras su corazón latía. Su cuerpo se había hecho más fuerte gracias al entrenamiento en Magia Demoníaca, pero nunca había pensado que Lisa iba a darse cuenta de tantas cosas.

Rápidamente considero sus opciones y luego respondió con una sonrisa tonta en el rostro: - Yo... no sé, joven ama... solo que antes he comido cosas.... Cosas que me han hecho sentir más fuerte. -

Los ojos de Lisa brillaron notablemente después de que escuchó su respuesta, entonces acercó su rostro al de él con mucho interés y lo miró directamente a los ojos antes de preguntar: - ¿Qué comiste? No voy a castigarte por lo que ha pasado hoy, siempre y cuando me lo digas. -

- Usé reactivos mágicos para mezclar cola de lagarto y dientes del lobo próteles... sumergidos en agua tibia durante un día y luego me bebí la mezcla. Eso mejorará tu fuerza. - Bryan contrajo sus cejas y fingió recordar por un momento, luego le dijo esas cosas con una sonrisa ingenua.

El rostro de Lisa mostraba una expresión seria, estaba totalmente concentrada en lo que le decía Bryan e incluso lo repitió varias veces. Aunque luego murmuró para sí misma: - ¿Eh? ¿Esas cosas repugnantes tienen este efecto cuando se mezclan? -

Bryan no respondió y sólo miró a Lisa con una sonrisa tonta.

- ¡Hmph! ¡Te dejaré ir esta vez! Vendré a buscarte para practicar magia en otra ocasión. - Lisa pensó por un momento y luego se levantó del suelo para irse, pero luego gritó - ¡Ayy! - Y maldijo airadamente: - ¡Maldito Bryan, tu patada fue demasiado fuerte! ¿Por qué siempre tengo tan mala suerte cuando estas cerca? -

Lisa abandonó la sala de entrenamiento frotándose el trasero e insultándolo de vez en cuando. Bryan se dispuso a hacer lo mismo en cuanto la perdió de vista, quería escaparse rápidamente antes de que la mala fortuna quisiese que se topase con alguien más.

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora