33 Un pequeño desafío

9 2 0
                                    

De repente, cinco criaturas de aspecto de felino llegaron corriendo y comenzaron a rodearlos. Cada uno tenía ojos verdes resplandecientes, una mandíbula anormalmente grande, un pelaje oscuro grisáceo y lo más destacable: una cola muy larga con unos cabellos tan duros que parecían ser espinas.

Al ver a las criaturas, Fanny suspiró con alivio: - No hay de qué preocuparse, solamente son Tigrillos Cola-Punzante, no son muy peligrosos. Ataquen de inmediato. ¡Muéstrenme los resultados de su entrenamiento mágico! -

En cuanto escucharon a su maestra los alumnos se apresuraron a recitar sus conjuros y un gran número de Flechas de Hueso se materializaron en el aire. Las púas óseas chirrearon en el aire en cuanto salieron disparadas hacia los cinco Tigrillos Cola-Punzante. Y aunque las bestias eran rápidas, tres de ellas fueron alcanzadas con la primera ronda, entonces la sangre se esparció rápidamente sobre sus peludos cuerpos, afectando su velocidad.

Sin embargo, los primeros dos tigrillos que habían cargado contra el grupo se las arreglaron para evadir las Flechas de Hueso y lanzaron directamente contra los estudiantes. El miedo se apoderó de los jóvenes magos y rápidamente se convirtió en pánico. En su desesperación comenzaron a cometer errores y las rondas de púas óseas se a desviaron de su curso o explotaban en el aire.

Los Tigrillos Cola-Punzante se dividieron hacia la derecha e izquierda respectivamente para atacar al grupo. Justo cuando el primero de ellos estaba a punto de arrojarse contra el perímetro defensivo, la Maestra Fanny hizo su movimiento. Con el mismo conjuro logró materializar tres Flechas de Hueso en lugar de una. Las afiladas púas salieron disparadas y se incrustaron directamente la cabeza, el torso y el cuello del tigrillo más cercano.

La bestia soltó un grito intenso mientras rodaba por el suelo, intentando inútilmente sacarse las púas que habían penetrado profundamente en su piel. Al final el Tigrillo herido dio media vuelta y escapó sin dejar de aullar con dolor. Los tres que estaban heridos perdieron entonces todas las ganas de seguir peleando y también escaparon aterrados hacia la espesura.

El último tigrillo atacó donde Bryan se encontraba y de hecho había puesto sus ojos en él. Los estudiantes a su lado no fueron mejores que los otros manejando su miedo y sus Flechas de Hueso, que no paraban de desviarse o estallar a medio camino, no hicieron nada para detener el avance del animal.

Para colmo de males el Maestro Gene, que solamente estaba pendiente de Fanny, y quizá también por el calor del momento, se olvidó por completo de la amenaza que se aproximaba por la derecha. Sólo reaccionó después de que Fanny hubiese matado al tigrillo por su lado, pero ya era demasiado tarde. El gato había cargado directamente contra Bryan y sus tres mandíbulas armadas con colmillos afilados, más las zarpas de sus patas, cayeron directamente sobre él.

- ¡Bryan, ten cuidado! - Fanny y Lisa gritaron aterradas.

La expresión de Bryan se mantuvo tranquila y sin un atisbo de pánico a pesar de que el Tigrillo Cola-Punzante saltaba sobre él. Incluso comenzó a insinuar el esbozo de una fría sonrisa en la comisura de sus labios.

Justo cuando las zarpas del animal estaban por aferrarse a su rostro, Bryan se movió rápido como el rayo y liberó uno de sus brazos. Entre las cosas que cargaba, los estudiantes habían atado unas varas de madera destinadas a servir como estructura para montar una carpa. Lo que hizo Bryan fue posicionarse de tal forma la madera recibiera las afiladas garras del animal.

Acto seguido dio un paso hacia adelante y golpeó el estómago de la bestia con su palma abierta. Algunos creyeron ver entonces el extraño rastro de una luz roja resplandeciente. Casi al mismo tiempo, la Flecha de Hueso conjurada por Gene llegó para ayudarle y dos flechas más salieron disparadas hacia el tigrillo un poco más tarde.

The Great Demon King I - Libro Primero El Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora