Love Again // John Deacon [Editando ✅]

Capítulo 24

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La llamada queda en silencio por varios segundos y la espera se hace tardía para ambos al no saber qué decir. Emma enrolla y desenrolla el cable del teléfono en su dedo y John le da la espalda a Roger para huir de las muecas.

Las palabras correctas no llegan, pero uno de los dos debía hablar.

-Espero no estar interrumpiendo algo.

-Para nada, no hago nada importante. - un resoplido por parte de Roger le distrae y solo logra mostrarle el dedo medio para defenderse - Pensé que no llamarías tan pronto… pero me da gusto saber que fue así.

Emma no sabe cómo tomar ese comentario y tiene que tomar el teléfono y comenzar a caminar para controlar sus nervios.

-Sí, creo que fue algo rápido, pero solo quería agradecerte nuevamente por la invitación y decirte que con gusto acepto salir un rato este sábado. Será… divertido.

-Eso espero… - la risa nerviosa de John es notada por ella y eso le parece muy encantador - Entonces paso por ti a las cuatro de la tarde.

-De eso quería hablarte también… ese día estaré en casa de Emily, así que nos encontramos allá. ¿Recuerdas cómo llegar?

-Un poco, no voy a mentir. ¿Puedes repetirme la dirección?

-Claro, anota.

Ella nunca pensó que estaría haciendo esto con un músico de Queen y su cerebro aún sigue procesando todo esto. En parte agradece estar sola en su habitación y así ahorrarse las burlas de alguien, pero John no cuenta con tanta suerte, aunque desde hace unos segundos no escucha a nadie detrás de él.

-Bien, pasaré por ti en casa de Emily a esa hora.

-Está bien… gracias. - inconscientemente se muerde el labio y su corazón late con fuerza - ¿Puedo preguntar dónde iremos? Es para saber el código de vestimenta.

La risa de John le hace sonrojar y termina sintiéndose estúpida por haber hecho tal pregunta.

-Tranquila, no será una cena formal en el Ritz y tampoco iremos a comer a un Burger King. Será algo casual… no sé cómo describirlo. - esta vez es la risa de Emma la que se hace notar y para él es un sonido muy placentero.

-De acuerdo, tomaré esa descripción como guía.

-Lleva un abrigo, eso no puede faltar.

-Bien, eso es lo más seguro.

De nuevo la línea se queda en silencio y ambos no saben qué decir. Ella juraría que John puede escuchar los latidos frenéticos de su corazón, mientras que él no deja de morder la piel de su pulgar para desahogar los nervios.

-Creo que ya es tarde, te dejo para que descanses. Disculpa por la hora de nuevo.

-No hay problema, por mí está bien… y gracias, espero que descanses bien.

-Igual… buenas noches, John.

Esta vez es él quien sonríe al escuchar su nombre.

-Buenas noches, Emma.

Al colgar la llamada ella abraza el teléfono en su regazo y se lanza sobre su cama como toda adolescente al terminar de hablar con el niño que le gusta. La sonrisa boba en su rostro se le tatua con firmeza y tiene que taparse la cara con una almohada para gritar de emoción.

En su interior sabe que es una locura, pero ya no puede pensar en más. ¡Al diablo lo que digan! El sábado, sin duda, será uno de los mejores días de su vida.