Love Again // John Deacon [Editando ✅]

Capítulo 7

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Despertar esa mañana en el sofá de Emily fue un logro, contando con el detalle de que no había podido pegar un ojo desde el momento en que posó su cabeza sobre la almohada, ya que estaba pendiente de que su amiga no tuviera un accidente mientras dormía. Durante esa madrugada constantemente se preguntó qué hacer el día siguiente cuando llegara a la escuela. Por su cabeza pasaban muchas alternativas de escape, varias excusas y uno que otro disfraz para no ser vista.

Nunca pensó que estaría en esa situación, mucho menos por culpa del alcohol, su imprudente amiga y la presencia de un rockstar que fue testigo de su falta de cordura. ¡Ah... y que además es el padre de una de sus alumnas!

"Gracias universo."

-¡Lo siento Emmy! Por favor perdóname. - suplicó varias veces su amiga, pero al final no pudo hacer más, a ella no podía culparla de su mala suerte; desde el principio supo que las cosas podían salirse de control y tal vez ese fue su castigo.

Al llegar a su casa no tuvo tiempo de dar explicaciones, su madre más bien comenzó a reírse al darse cuenta que sus deseos se habían cumplido. Emma se sentió indignada y claramente pensó que estaba dentro de un programa de televisión de cámara escondida, porque la reacción de su madre no fue lo que esperaba y por mucho, fue la más sensata.

-Con tal se hayan cuidado bien, para mí no hay problema.

-Madre...

-Relájate hija, solo ve a ducharte y vuelve a la realidad. Solo recuerda no enseñarle eso a Sophie, aunque creo que no es necesario.

Aquel comentario la dejó desconcertada, pero prefirió ahorrarse los comentarios antes de que a su madre le dieran ganas de preguntarle sobre cada detalle de su fatídica noche.

Más tarde su hija regresó alrededor de la hora de la cena. Henry le aseguró que se portó muy bien durante el viaje, además de que se sorprendió por la cantidad de historias que su hija pre adolescente podía relatar, afirmando después que la niña llegaría lejos siendo una escritora.

-La has educado muy bien, Emma. - le dijo con un aire de nostalgia en sus palabras y sin apartar la mirada sobre Sophie.

-Sí, eso hice... y lo seguiré haciendo.

Ver un poco de culpabilidad en su rostro fue lo menos que esperaría de su ex, pero tampoco le sorprendía, porque había aprendido que de él no recibiría nada, mucho menos el amor que ella esperó de su parte en el momento que decidió tener a su hija.

Embarazarse a los diecinueve años no le perjudicó su vida, pero sí llegó a afectar su autoestima, sobre todo porque el hombre que tenía a su lado no pudo darle lo que deseaba, dejándola abatida y sola en el momento que más lo necesitaba.

Nunca le privó la oportunidad de conocer a la niña, pero sí le advirtió que ella correría con todo lo referente a Sophie, porque juró que a su hija no le faltaría nada y por eso se propuso a culminar sus estudios universitarios, solo para ofrecerle una vida mejor y la estabilidad que en alguna etapa de su vida no había tenido.

En ese sentido, Henry dejó de ocupar un puesto importante en la lista de prioridades de Emma, de la misma manera en que lo hizo el amor y su autoestima. Por eso dejó de importarle su propio bienestar y sus relaciones amorosas, ya que para ella, por muy lejos, más era prioridad su querida hija.

Es así como llega el recuerdo de su pasada aventura en el club, en donde volvió a comportarse como una adolescente impulsiva y se olvidó de todo lo demás, quedando sumergida en un mar de vergüenza al caer borracha frente a dos miembros de la famosa banda Queen.