Capítulo 33

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Advertencia: Este capítulo cuenta con una escena un poco subida de tono (digo yo). Tomen sus precauciones o disfrútenlo igualmente.

Mary.

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El camino a Surrey se hizo corto y tortuoso a la vez, la música hizo de compañera para la pareja que no dejada de lanzarse miradas coquetas a escondidas o reír como tontos con algún comentario fuera de lugar.

Emma descubrió que a John no le agradan los disfraces y que esta vez aceptó ir a la fiesta porque Roger le insistió y sería una buena excusa para pasar un rato diferente. El pensar en ella para invitarla fue lo mejor y a ella le encantó escuchar eso.

John solo portaba una máscara del Fantasma de la Ópera que se la colocaría al llegar, así que vestía una capa negra sobre sus jeans y camisa manga larga negra. Algo sencillo y representativo para esa noche. Ella no tuvo que preguntar, con solo verlo supo el motivo y evitó pensar en algo más para no ponerse nerviosa. Sin duda él se veía muy guapo.

Durante el camino vio el paisaje otoñal y disfrutó de cada parte que dejaban atrás. Nunca había ido hasta Surrey, había escuchado referencias y más ahora con el novio de Emily, ya que la familia de él vive en esa parte del país. Al llegar no pudo evitar maravillarse de los alrededores y ni se inmutó al estar frente a la casa donde sería la fiesta.

La casa era más grande de lo que imaginaba, sabía que era de un amigo de la pareja de Roger y el bajista se lo hizo saber apenas salieron de Londres.

El tal Jonathan era un hombre de negocios, tenía un par de tiendas y un restaurante en Londres, así que dinero no le faltaba, más bien le sobraba. Todo el lugar estaba decorado con motivo de Halloween y Emma solo pudo recordar las películas en donde muestran casas embrujadas y bosques llenos de niebla y criaturas tenebrosas.

Después de ser guiados por un chico en el amplio estacionamiento de la propiedad, John sacó la máscara y se la colocó, no sin antes aguantar la risa al ver a Emma tratando de no reír.

-Ni una palabra de esto.

-Tenlo por seguro.

El trayecto hacia la puerta había sido doloroso, en Surrey hacía un frío descomunal y tan solo llegar a la entrada de la casa pudo bendecir a Dios por darle un lugar tibio que alejara la brisa helada del exterior. Un mayordomo con un sombrero lleno de telarañas los recibe y les indica donde dejar los abrigos, a lo que John obedece y decide ayudar a Emma al entregar el suyo, pero al ver su vestido no pudo hacer más que quedarse paralizado.

Ella se arregla con prisa su cabello sin darse cuenta de la mirada de John. Cuando revisa cómo está su vestido se da cuenta que las voces de los hombres se han callado y solo se escucha la música de fondo. En ese instante sus mejillas se sonrojan al ver a John que desvía la mirada y traga en seco para disimular.

-¿Vamos? - logra decir luego de unos segundos y comienza a andar sin reparar en que ella lo esté siguiendo.

Aquella reacción le generó un vuelco en el pecho y solo pudo seguirle el paso cuando ya habían llegado a la amplia sala donde estaban los invitados.

Muchas personas se encontraban allí, todos disfrazados y aprovechando ese momento de anonimato para portarse como ellos quisieran. No se sorprendió al ver tantos hombres y mujeres bailando, besándose, tomando e inhalando lo que sea que les ofrezcan en unas bandejas.

No estaba ajena a este mundo, había asistido a muchas fiestas de este estilo cuando estaba en la universidad, pero se había despedido de esos años de diversión al terminar embarazada y ser el hazme reír de la mitad del campus. Desde allí se había recluido en una vida tranquila y aislada de cualquier juerga o fiesta alocada, hasta que Emily la empezó a invitar a clubes y bares para reencontrarse con la vida nocturna de la ciudad.

Love Again // John Deacon [Editando ✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora