Capítulo 29

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Aquella semana no podía empezar mejor. Emma asistió la mañana de ese lunes a la oficina de su jefe y le entregó la carta ya firmada y con la certeza de que iba a tomar ese puesto con las mejores ganas, porque simplemente el buen humor que le embargó ese día le había impulsado a dar un paso importante, ya no tendría miedo.

El director le felicitó y esa misma tarde después de que los niños se fueran a casa, Emma y la coordinadora Nancy se quedaron en su oficina para charlar y poner a la maestra al corriente de todas las obligaciones que de ahora en adelante debía cumplir. Ya para la noche no le dio tiempo ni para hablar con Emily por teléfono, ya que estuvo organizando todo para el día siguiente, el cual iba a ser muy especial. Era 28 de octubre y su querida hija Sophie cumplía trece años de edad.

Para esa mañana la niña despertó con el rostro de su madre y abuela a pocos centímetros de ella, luciendo unas sonrisas de oreja a oreja y con buenas voces para entonar el cumpleaños feliz mientras le entregaban una bandeja con su desayuno favorito ya servido y una tarjeta con buenos deseos. El regalo se lo darían esa noche al ir a cenar al restaurante favorito de Sophie, el cual tenía una amplia gama de pastas y pizzas que ella adoraba.

-¿Y si me dan una pista? ¡Por favor! - repetía la cumpleañera en todo el camino hacia la escuela.

-Sí te digo deja de ser sorpresa, ¿no crees?

-No importa, fingiré que no sé nada después, lo prometo.

Sophie es una niña con una gran imaginación, pero con un nivel de paciencia que heredó de su padre… para mala suerte.

Dentro de la escuela el ambiente siguió de la misma manera que el día anterior, aunque los niños estaban un poco más inquietos.

En el aula de clases ya estaban preparando todo para su fiesta de Halloween, la cual caía ese mismo viernes. Los niños decoraron el salón con ayuda de Emma y su maestra auxiliar. Cada uno hizo una máscara tenebrosa y varios dibujos divertidos para colgar en la cartelera.

-Mire maestra, soy una brujita. - Laura le muestra su máscara y ríe al ver la reacción de su querida maestra.

-¿Me vas a lanzar un hechizo?

-¡Sí! Uno que la convierte en princesa mágica. - la niña hace un ademán con un creyón de color para que pareciera una varita mágica - ¡Listo!

-Oh gracias, su alteza. - Emma hace una pequeña reverencia y ante las risas de Laura y un par de amigos, la maestra sintió un pequeño vacío en su estómago.

¿Seguirá siendo su maestra favorita una vez que sepa que su papá está saliendo con ella? El tan solo pensar eso le aterraba y la angustiaba aún más. No quería atravesar por ese proceso, pero a ese punto no podía evitarlo, estaba completamente interesada en John y ya no quería dejarlo ir. De alguna manera tendría que lidiar con eso pronto… si es que su padre desea seguir viéndola.

A mitad de jornada, mientras los niños asisten a su clase de educación física, la maestra se dirige a la dirección para dejar los permisos de sus alumnos para el próximo paseo escolar. Emma camina sin prisa por el pasillo y saluda a una maestra que va saliendo del salón de música. Al doblar la esquina hacia dirección se da cuenta que la secretaria está atendiendo a un representante, pero no es hasta que este se levanta un poco cuando ella se da cuenta de quién es.

"Está en todas partes"

Sostiene con fuerza la carpeta que lleva en mano y cuenta mentalmente hasta cinco para estar serena, lo menos que quiere es estar nerviosa.

Love Again // John Deacon [Editando ✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora