Capítulo 12

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Ver a las niñas jugar tan animadas en el parque les hace agradecer por disfrutar de esos instantes.

Tanto John, como Emma están tranquilos al saber que sus pequeñas mantienen su inocencia y sus sonrisas no se borran ante los malos ratos.

Sophie está próxima a entrar a la adolescencia, pero en ella todavía está ese espíritu infantil que la hace brillar. Por su parte, Laura es la viva imagen de la felicidad y la energía, su risa y sus gritos llenos de algarabía son escuchados con satisfacción, mientras se deja llevar por la emoción de ser libre y jugar muy lejos de los problemas.

John sonríe satisfecho al gozar de esa vista y se atreve a mirar a Emma, quien está en el mismo
estado que él: completamente enamorada de su hija.

-Es bueno verlas así, tan felices y ajenas a todo. - comenta ella después de mucho tiempo en silencio. John le sigue la idea y posa sus ojos en su hija, quien ríe al bajar por el tobogán.

-Ojalá todos fueran así.

Emma tararea en respuesta y se recuesta del espaldar de la banca donde ambos están sentados, ya sintiéndose agotada por la caminata del día y el cúmulo de emociones.

-A ella le gustan los niños, ¿verdad? - él rompe el silencio de nuevo y ella parpadea rápidamente para sobreponerse de la ensoñación.

-Sí, ella desea tener un hermano con quien compartir, pero yo no estoy para esos trotes ahora. - al darse cuenta de su comentario, ella se muerde con fuerza el labio, pensando que la broma había sido mejor recibida en su cabeza. Aunque por la repentina risa de él, pudo darse cuenta que está en sintonía con ella.

-De eso puedo hablarte yo. Laura tiene dos hermanos y eso es un caos en casa, pero se adoran.

-Vaya, sí que hay mucha energía en casa. - vuelve a morderse el labio, todavía sorprendida por la
naturalidad con la que John se expresa sobre su familia. ¿Quién iba a pensar que haría eso con una extraña?

-Su madre añoraba una familia numerosa y yo... bueno, amo a mis hijos. No podía pedir nada mejor.

-Lo entiendo, un hijo es lo mejor que te puede pasar en la vida. Para mí, la llegada de Sophie fue una bendición entre todo lo que estaba atravesando en ese momento. John se sorprende al escuchar esto último, preguntándose qué había querido decir con eso. ¿Será que vivió momentos duros en su juventud? ¿Alguien le hizo algo malo? Con solo pensar eso ya tenía la necesidad de golpearlo.

-Sophie debe recibir mucho amor de su padre también. 

Emma se tensa por un instante y se obliga a no sentirse afectada. Ante John no puede permitirse estar triste, aun cuando no vaya a darle detalles.

-Sí, él la adora igual. Cada vez que tiene oportunidad no duda en compartir con ella.

-¿Él no vive...?

-No, él vive ahora en Brighton con su nueva familia. Nosotros nos separamos cuando Sophie era una bebé.

El carraspeo profundo de John le da entender que está algo incómodo, pero pronto ella se relaja y le sonríe, haciéndole entender que no está molesta por la conversación. En el fondo se siente cómoda hablando con él, incluso cuando esta es la primera vez que hablan abiertamente.

-Nunca quise que él se perdiera el crecimiento de nuestra hija, así que no le negué que estuviera allí para ella. - suspira pesado y responde a un saludo que le envía su hija desde los columpios - El que nuestra relación no funcione no significa que él también tenga que separarse de ella. Los
problemas de los adultos no pueden perturbar a los niños.

Love Again // John Deacon [Editando ✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora