Love Again // John Deacon [Editando ✅]

Capítulo 9

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Viajar en auto con John Deacon y su hija nunca se le pasó por la cabeza, pero al ver como el hombre manejaba tranquilamente hasta la calle donde está su casa, para Emma ya se convertía en algo surrealista.

El trayecto era silencioso, la niña estaba distraída peinando a su muñeca con la mano y viendo por la ventana, mientras que el padre no despegaba la mirada del camino y las señales de tránsito. Para Emma era gracioso ver como él manejaba con total precaución, haciendo caso de toda señal y luz del semáforo. Hasta hoy no había visto a alguien tan precavido, ni su madre lo fue.

-¿Es por esta calle?

Emma parpadeó varias veces al escuchar de nuevo la voz de John. Se había acostumbrado al silencio.

-Sí, por aquí es. – responde al señalar el desvío con el dedo.

-Qué curioso, creo haber estado por aquí antes. – el ceño fruncido de él se acentúa con cada casa que pasan, dejando a Emma desconcertada por tal intervención.

-Puede que sí... aunque hay varias calles en esta ciudad que se parecen.

John frunce sus labios al escuchar la respuesta de Emma, pero pronto relaja su expresión al voltear rápidamente su cabeza hacia ella.

-Tal vez sea eso. – sonríe apenado y regresa la mirada hacia el frente.

-Papi, ¿después de dejar a la maestra vamos a ir por mi helado?

Ambos miran a la niña a través del espejo retrovisor, esta vez ahogando una risa al ver como la niña los recibía con un pronunciado puchero, haciendo temblar dramáticamente su labio inferior.

-Sí cariño, sé paciente.

La niña tarda en aceptar la respuesta de su padre, pero luego vuelve a animarse cuando el auto toma un desvío hacia otra calle, en donde se encuentra un pequeño parque con un área infantil.

-¡Mira papi, un parque!

-Aquí es. – señala Emma hacia la tercera casa a la derecha.

John estaciona el auto y se da vuelta en su asiento para encarar mejor a su hija.

-Laura, tu maestra ya se va a casa. Despídete.

-Hasta luego maestra, nos vemos el lunes.

-Claro que sí mi niña. Pórtate bien con papá. - ella se muerde la lengua al escucharse decir esa frase, pero a John le parece más adorable que vergonzoso, porque en ningún momento apartó sus ojos sobre los de ella – Muchas gracias por traerme, no era necesario. – esta vez es ella quien no deja de verlo a la cara, aunque por dentro lucha para no salir corriendo.

-No se preocupe, por mí no hay problema.

Ambos extienden sus manos al mismo tiempo, para luego estrecharlas con firmeza y despedirse. Ella trata de abrir la puerta, pero al segundo intento se frustra. John se percata del fallo y rápidamente se estira frente a ella para poder llegar hasta la puerta del copiloto. Esta acción hace que su brazo izquierdo roce el torso de Emma, dejándola estampada en el asiento, deseando tapizarse en él.

-Lo siento, tiene seguro reforzado. – con un clic la puerta se desbloquea.

-Está bien... Gracias y que disfruten su tarde. - sonríe y abre con prisa la puerta, ignorando el aire frío que le pega directo en la cara.

-¡Adiós maestra!

El grito de su alumna le hace sonreír más amplio y se despide con la mano, cerrando luego la puerta del auto. Ella camina por delante de ellos y pronto se encuentra en el portón de su casa, viendo como John se despide con un movimiento leve de su cabeza y una media sonrisa dibujada en su rostro.