Capítulo 37

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El lugar elegido es hermoso, hay una vista perfecta de una parte de la ciudad y el ambiente es relajado. Al leer la carta ella pudo notar un sinfín de manjares que no había probado, así que John fue de gran ayuda al darle unas sugerencias que terminaron con un té tailandés y un postre de tiramisú que le hizo volar la cabeza.

A pesar de ser un lugar de cierta clase, eso no le hizo sentir incómoda y más si tenía la mejor compañía. Los días sin verse habían ayudado para ambos, al final no aguantaban las ganas de reencontrarse y así fue como terminaron conversando sobre lo que hicieron en la semana y John pudo narrarle algunas locuras que sus hijos protagonizaron.

Emma no paraba de reír al escuchar como Michael se había convertido en el niño popular de su salón al conseguir la firma de muchas niñas en su vendaje de la mano, lo que sorprendió a su maestra y a su padre. El niño adoraba ser el centro de atención.

-Todo un galán. Me pregunto de quién habrá aprendido eso.

-De mí no será. Desde pequeño ha demostrado cierto gusto a ser querido por muchos, por eso su insistencia en estar en un equipo. Es un niño muy sociable, además de solidario, le gusta ayudar a sus amigos.

-Así es Sophie, siempre busca la manera de ayudar o hacer algo para mejorar una situación. Por algo la nombraron delegada de grupo dos veces consecutivas. Creo imaginar que su amor por ello la llevará a cursar una carrera por esa rama.

John sonríe con total admiración, le gusta escucharla hablar de su familia porque siempre aparece un brillo en su mirada.

-Posiblemente… siempre es bueno tener a un abogado en la familia.

Emma ríe en aprobación y de inmediato recuerda uno de los tratos de su hija, el cual involucra a John. En principio le genera un poco de vergüenza pero cree que él no se va a negar.

-Hablando de ella… debo decir que el regalo que le diste fue un total éxito. Ahora la protege como si fuera su hija y quiere documentar todo. De verdad gracias por tener ese detalle con ella.

-Para mí fue todo un placer. De hecho, esa es una reliquia, la utilicé un par de veces en giras. Pensé que ella le daría más uso.

-¿Hablas de que era tuya?

-Sí… la compré en Japón y estuvo conmigo en un par de ocasiones cuando fuimos a Estados Unidos. Luego la guardé porque Brian me regaló otra y esa es la uso a veces.

Emma no puede creer lo que escucha, eso sin duda no se lo esperaba. Si su hija sabe esa historia nunca más querrá que alguien toque su cámara. Seguro ella amará saberlo.

-Ahora toma un sentido mucho más especial. Creo que no querrá que le respiren cerca.

La risa de él la contagia al momento, aunque rápidamente toma un sorbo de su té para disimular.

-Como dije, ella la cuidará mejor.

-Pues sí, aunque también cuidará de otra cosa y me temo que en eso entras tú.

-¿A qué te refieres?

Decirle que su hija le dió dos condiciones para terminar de aceptarlo iba a ser muy incómodo y extraño, así que prefirió omitir ese punto de la historia.

-Ella se inscribió en unas clases de guitarra en su escuela y a raíz de eso mi madre le regaló la guitarra que era de mi padre. Otra reliquia.

-Eso es genial. ¿Está aprendido desde cero?

-Sí, fue reciente su emoción por querer aprender a tocar ese instrumento, así que ahora quiere practicar todas las canciones que mi padre le cantaba cuando era más pequeña.

Love Again // John Deacon [Editando ✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora