CAPITULO 8 (Parte 1)

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Nuevamente el viernes se asomaba por la rendija del calendario, frío y punzante, los últimos meses se habían reducido a salidas todos los fines de semana y los días entre estos solo a esperar por ellos, a ver a Louis distante y buscar al bastardo de Will que parecía esconderse entre las sombras hasta disolverse en ellas.

El frío parecía quemar como ácido, eso es lo que se supone que pasa en un desbalance de desesperación, la sensación se quedaba ahí solo para recordar lo hundidos que se encontraban. Ambos con el mismo desastre en sus mentes, incluso si no sabían que compartían casi los mismos problemas, el mismo estrés y que el mismo pensamiento rondaba todo el día por la cabeza de ambos.

Las clases los tenían agotados y la hora del almuerzo se vio como una bendición.

—¡Hey! Louis— el rizado entró a la cafetería sonriente, casi una semana haciendo papeleo y sin poder comer como un universitario común y corriente dentro de la cafetería lo tenían cansado, un saco adornaba su cuerpo atacando el frío del ambiente —Niall, Zayn y Liam.

Saludó a todos los chicos, a lo que ellos respondieron. Paso una pequeña caja rellena de dos pastelitos de chocolate y maní, cuando se sentó, la puso justo frente al chico de los ojos oceánicos que últimamente se mantenía en su cabeza. Había sido muy difícil acercarse pues el chico parecía tener una atadura de sombras y huesos sobre la piel, esa que Harry lijaba con la lengua poco a poco.

—Gracias— murmuró Louis, sus ojos brillando en una esencia indescifrable.

—¿Qué tal las clases? — Niall comenzó la plática.

Todos charlaban a cerca de lo cansado del día, las maravillas que habían aprendido y lo cansados que se encontraban. Eso siguió así hasta qué minutos después una mano se posó sobre el hombro de Louis, este se sacudió rápido y nerviosamente haciendo que todos voltearan a su dirección. "Lo siento" el chico murmuró a Louis.

—¡Hola, chicos! — un alto joven blanco en exceso, de pelo negro, con pecas salpicadas en su nariz y unos ojos preciosos, grises, casi transparentes, se hizo presente.

—¡Hola! — saludaron todos a excepción de Harry.

—¿Cómo has estado? No te vi en clases— intervino Zayn —¿Que tal Italia?

—No fui de vacaciones, he estado muy ocupado con lo de mi padre— posó su mirada árida en todos, deteniéndose en el rizado —tú estás muy callado, H, ¿Cómo has estado?

—Hola, Vincent— lo saludo a regañadientes —y nadie me llama "H", así que no lo hagas.

Ambos se sonrieron, a pesar de que la sonrisa de Harry era falsa y la extendida dentadura de Vincent contorneada de sandía, era verdadera.

—Bueno, venía por Louis— sonrió.

—Claro, te olvidas de que también somos tus amigos— se quejó el rubio.

—Jamás, quedamos en que después de llevar a Louis con Stella, en la tarde, vamos a ir al festival ¿Lo olvidaste?

—Claro que no, idiota, solo que también quiero que me lleves a comer, me compres helado y me ates las cuerdas de los tenis— se burló haciendo un puchero exagerado.

—Como sea, nos vemos en la tarde— Louis evitó el contacto con Vincent, mejor tomó la correa de su mochila para salir por fin de ahí —¡Nos vemos!

Los Hijos Del Viento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora