CAPITULO 14

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Louis se encontraba dormido en el sofá junto a la cama de hospital, una manta protegía su cuerpo delicadamente, haciendo que guardara el calor. Harry también estaba profundamente dormido con la mano salida de entre las sabanas, débilmente tomando la de su acompañante, aun recordaba los ojos brillantes de Louis mientras sus manos se unían en medio de la noche.

Alguien entrando rápidamente por la puerta despertó a ambos, haciendo que Harry se sentara en la cama soltando a Louis y gruñendo de dolor.

—Niall— susurró Louis —¿Qué pasa?

—Lamento mucho despertarlos así, enserio, pero necesito que vengas conmigo— cerró la puerta y le tendió una sudadera con desesperación —me llamó Aranza, las gemelas tuvieron una pelea en la escuela, debemos irnos rápido.

—Mierda— se colocó la prenda que le dio el rubio. Aún se sentía algo dormido. Probablemente lo estaba. Miró a Harry sobre su hombro, casi pidiéndole una disculpa por tener que irse, a lo que él solo le dio una sonrisa simple y ladina.

—Ve, ellas te necesitan—le dijo y casi gritó de sorpresa cuando Louis se acercó para darle un beso rápido, diciéndole que volvería pronto, dejaron al rizado solo en la habitación y mientras caminaba por el pasillo impecable del hospital, se arregló la capucha de la sudadera.

—¿Otra vez fue el idiota de Dylan? Al parecer no le basto con el susto de la otra vez.

—Louis...

—Juro que voy a quemar esa maldita escuela, estoy harto de esos mocosos insolentes de mierda que molestan a mis hermanas todo el tiempo— no dejó que Niall hablara más, porque doblo el pasillo para llegar a las escaleras de emergencia —pero hoy van a conocer lo que es el infierno.

—Louis, escucha— el rubio lo perseguía bajando los escalones lo más rápido posible.

—No, ellos me van a escuchar a mí, no pienso aceptar otra humillación más, no me importa si yo mismo tengo que golpearlo hasta que se le meta en la cabeza que si las toca de nuevo... — Esta vez fue Niall quien no lo dejo seguir hablando.

—¡No les paso nada, es mentira, no hubo pelea, idiota! — le gritó justo antes de que el mayor cruzara la puerta hacia la recepción. Louis se detuvo abruptamente, con la mano en el pomo de metal, a punto de darle la vuelta, giró su cabeza lentamente hacia su amigo, casi queriendo asesinarlo por asustarlo de esa forma.

—¿Qué?

—Que ellas están bien— suspiró, bajando los últimos escalones —y que eres idiota.

—¿Por qué me dijiste eso, Niall?

—Pensé que habías entendido mi mentira, pero parece que enserio lo olvidaste— esta vez, Niall fue quien abrió la puerta, siguió su camino hacia la recepción con Louis pisando sus talones.

—En dos horas tenemos la reunión con el abogado que Vincent trajo de México, la cual está planeada desde hace un mes, imbécil—Louis siguió caminando sin decir nada. ¿Cómo pudo haberlo olvidado?

—Carajo, es cierto—pasó sus manos por sus ojos, para despejar un poco su sueño —lo siento, enserio, con mamá, Harry y toda la mierda de la recaudación lo olvide por completo.

—Louis, sé que estas preocupado por Harry, pero, tenemos peores problemas ahora, creo que deberías dejarlo un poco.

—Si, tienes razón— subió a la camioneta que los llevaría.

—Como sea, ahora, todos ya van en camino— suspiró —¿Estas bien?

—Si, por cierto, gracias por arreglar lo de Zack— la camioneta comenzó a moverse y pudo respirar un poco más en paz.

Los Hijos Del Viento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora