Capítulo 8

61 12 17
                                    

"Estoy con una amiga" es la frase que más se repite en mi cabeza desde las últimas dieciocho horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Estoy con una amiga" es la frase que más se repite en mi cabeza desde las últimas dieciocho horas. Y como no, si no puedo dejar de pensar en el hecho de que Jayden y yo no somos más que "amigos". Y digo "amigos" por que no nos tratamos como amigos pero tampoco como novios... Y si dice que somos amigos es porque no quiere ir más allá y yo me hago ideas porque no aclaramos nada y yo no tengo la voluntad de ir a pedirle que lo aclaremos.

Puse una almohada encima de mi cara, la aferre ahí y ahogue un grito que fue interrumpido por una llamada entrante a mi celular.

Arrugue la nariz antes de aceptar la videollamada.

—Esta noche hay party —cantó meciendo su melena negra de un lado al otro frente a la cámara, no podía apreciarse su rostro por la maraña que tiene en la cabeza.

—Hola, Karime —saludé a mi mejor amiga.

—Sí, preciosa, sé que me extrañaste pero no sufras más, después de mucho tiempo, hoy nos veremos —puso sus dedos sobre la boca y me aventó un beso, simulé atraparlo y me lo planté en la mejilla —porque esta noche nos vamos de fiesta, oh sí —continuó bailando.

Me recosté en la cama y acerqué el celular a la cara, para que solo se viera la parte derecha del rostro.

—Es lunes —dije en un quejido.

—¡Son vacaciones, a la mierda los días! —exclamó mientras caminaba por su casa.

Han pasado casi tres días desde la última vez que hablamos y estaba olvidando lo grosera que puede llegar a ser.

—¿Dónde será? —no tenía nada más que hacer...

Karime sonrió diabólicamente a la cámara.

—Te enviare la ubicación —se escuchó que cerró una puerta—, sabía que no puedes negarme a mí nada —me guiñó el ojo antes de abandonar el celular recargado en algo y se alejó de la cámara, así que no pude verla más.

«Es quedarme en este encierro llamado casa, sola, o salir y vivir».

—Yo conozco ese lugar —murmuré entornando los ojos cuando reconocí a donde entró.

—'Cause girls like you run 'round with guys like me —comenzó a cantar, no, no, más bien a gritar con un terrible inglés.

—¡Karime! —exclamé riendo. La susodicha, mejor conocida como mi mejor amiga estaba en el baño haciendo sus necesidades mientras estaba en una llamada conmigo y canta como becerrero desafinado.
—'Til sun down when I come through —continúo cantando—. I need a girl like you, yeah yeah —segundos más tarde apareció de nuevo frente a la cámara y repetía "yeah yeah" una y otra vez mientras bailaba y se lavaba las manos.

—¡Concierto gratis, excelente! —grite muy cerca del micrófono del celular.

Karime dejó de brincar y suspiró quedándose quieta frente a la cámara.

Desvíos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora