El renacuajo abre la puerta y me hace un ademán con la mano para que entre primero. El número doce decoraba la puerta de nuestra habitación.
Estaba ansiosa de hacerme la sorprendida por ver una cama matrimonial en la habitación.
Soy fanática de las películas clichés, de los «solo hay una cama y vamos a tener que dormir juntos». Para nada que me molesta compartir la cama con semejante individuo que provoca que me vuelva de gelatina. Solo por ser dramática, pelearía para querer la cama solo para mí.
En mi cabeza ya había todo un diálogo al respecto.
Y vaya que me llevé una sorpresa al ver dos camas individuales.
Lo que tuve que disimular fue mi cara de decepción.
El cuarto no era muy grande, era justo para dos camas, un pequeño closet y un baño. Las camas estaban perfectamente tendidas, en medio había un mueblecito con cajones y una lámpara encima.
—Ven a ver —Jayden se encontraba al lado de las cortinas de la ventana.
Dejo sobre la cama a la gata de mi hermana y pido una disculpa a la persona que limpio la habitación y a la siguiente que le tocara hacerlo en nuestra despedida.
—Se libre por ahora, Tridi.
Me acerco con pasos lentos a mi compañero de viaje, ocultando los nervios que tienen mi piel erizada.
Con su brazo mueve la tela y entonces, vemos un hermoso paisaje que puede ser visto cómodamente desde el balcón. Parece irónico que tenga uno siendo que solo hay una planta en todo el hotel, pero entonces, recuerdas que está ubicado en un cerro, así que vualá. La vista da al centro de la ciudad, que en este momento por ser de noche, solo se ven las luces.
«Debo levantarme temprano para ver el amanecer, sin duda».
—¿La dejo abierta? —pregunta el renacuajo sosteniendo la cortina del gran ventanal. Moví mi cabeza de arriba abajo anonadada.
Bajo el cierre del short y desciendo por mis piernas la prenda, dejándola caer en el suelo. Alcanzo la pijama y me la coloco sin prisa. El ruido del lavamanos en el baño me hace saber que Jay aun no se desocupa. Me pongo la blusa de tirantes mientras me acerco a un espejo, cepillo y cabello, esas puntas ya necesitan ser retiradas.
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Desvíos del corazón
RomancePodrán odiar su pasado, pero al fin y al cabo, fue ahí donde se conocieron. Dérive 1. 2021. ©