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—Déjame explicar el significado de dicho nombre —es lo primero que digo.
—Adelante.
Sonío, muy ansiosa por empezar.
—Es la pronunciación de tres y d en inglés. Three y di —le expliqué.
Entrecierra los ojos.
—¿A qué se deben "Tres D"? Se resume en los nombres Darling, Donovan y Desirée. Todos empiezan por D —finalice antes de que preguntara.
Asiente como si tuviera lógica.
—¿De verdad tu hermana te ha dejado elegir el nombre? No me mal entiendas, es muy original. Le pregunto por como es de... ¿odiosa? —suelta todo de sopetón.
En lugar de pretender enfado, sonrío.
—También me ha parecido curioso el gesto que tuvo mi hermana al ponerle el nombre a la gata, que precisamente yo, he elegido.
Suelta una risa.
—Le ha encantado, es lo más probable.
Apartó la mirada de sus ojos grisáceos para ver a la felina, que asoma su patita bostezando.
—Admito que estoy nerviosa —confieso. Dando por zanjada la conversación anterior.
Jayden inclina su rostro hacia delante y sostiene su cabeza con ambas manos.
—Yo también —susurra.
Mi cuerpo se estremece, como si miles de hormigas caminaran por mi cuerpo, bajo la ropa. Tengo el presentimiento de que me pedirá ser su novia, hacerlo oficial de una vez por todas. Me muero por decirle que sí. Es lo que tanto llevo anhelando.
En unos minutos el vagón se termina por llenar. Y el tren parte.
—Haremos una parada —me dice Jayden tras haberle dado un trago a una botella de agua—. Tendremos unas cuantas horas para recorrer el pueblo, después volveremos a la estación para tomar otro tren hasta nuestra parada final e ir al hospedaje.
Frunzo el ceño al repasar mi atuendo.
—¿Qué pasa?
—Iré a cambiarme —me pongo de pie y sujeto la mochila en el transcurso—. El atuendo de pijama ya fue de mucha ayuda.
—¿Qué tiene de malo tu blusa de Piolín? Yo opino que te ves genial.
—Lo sé, lo sé —digo modesta—. Solo que... —mi seguridad bajó a un rotundo 0% —parece que voy a dormir —chillo.
Jayden sonríe como si le estuviera dando mucha importancia.
—Bien, si te hace sentir más cómoda cambiarte de ropa, está bien, solo comentaba que luces linda así —dice—. Y si vas a ahora, te vas a perder de esto —señala la ventana.
