A la fuga

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Mary Anne bajó la cuesta que llevaba a las cuadras, y llegó al tercer paddock, el mío. Estaba tan emocionada! No sabía si mi plan se iba a llevar a cabo bien, pero tenía el presentimiento de que algún día sería libre, y eso fue precisamente lo que hizo que funcionara.

Llege de la mano de Mary Anne a las argollas. Noté el cepillo pasando lentamente y suavemente sobre mi pelaje, haciendome una especie de masaje. Mary Anne cogió el cepillo y empezó a desenredarme la crin marron oscura, siempre he sido una yegua muy limpia y mi crin casi nunca esta enredada, Mary Anne empezó a cepillarme la cola, suavemente. Luego me limpió los cuatro cascos con el limpiacascos, y me puso protectores y campanas. A continuación llegó con el sudadero violeta con bordado dorado y me lo colocó, y encima puso la silla de cuero color canela, por último me puso la cabezada y me llevó a la pista de arena.

Después de la clase, me quitaron la silla y todo lo demás me sentía nerviosa, iba a ser libre, eso si mi plan no fallaba, pero igualmente aunque tenía un 50% de probabilidades de escapar, me imaginaba galopando por el bosque con la crin al viento, sentirme libre... Vivir en el bosque, beber de un arroyo de aguas cristalinas, en fin, encontrar una manada salvaje, una nueva familia.

Mary Anne me duchó y me bajó a la cuadra. Relinché diciéndole a Dela la yegua negra que me iba, pensaba que no la volvería a ver, ella me respondió con otro relincho y una sonrisa enseñando sus enormes dientes de caballo.

Mary Anne me estaba quitando la cabezada, y yo observé las posibilidades de salir por la puerta entreabierta, la amazona acabó de quitarme la cabezada y yo salí galopando disparada por la puerta. A menos que viniera alguien y me cogiera, yo ya estaba escapando pensando "Escapada completada".
Escuchaba por detras a Mary Anne:
-Dixie! Dixie! Dixie vuelve!
Decía eso mientras seguía corriendo mi rastro en la tierra, pero yo ya casi no la escuhaba, ni mucho menos iba a volver a aquel rancho.

Pero algo salió mal, el mozo de cuadra del centro hípico metía a dos caballos en el pasto, me vio, le quitó la cabezada al último y vino a por mi e intentó ponérmela, así que velozmente cambié de dirección y salí hacia la puerta a toda pastilla.

Por suerte, nadie custodiaba la puerta, el único inconveniente: Estaba cerrada.
La coceé cuanto puede hasta que cayó con un gran estruendo, galopé dirección al bosque, y mi dueño y el mozo de cuadra me perdieron de vista.

Por los pelos, pero lo había conseguido.

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Siento q los capítulos sean tan cortos, pero es que los estoy transcribiendo mejor de cuando los hice el año pasado, pero los actuales son más largos. Espero q disfrutéis de la historia,
Bye<3!

¿Qué es ser libre? |TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora