— ¡¿Eh?! —exclamaron Midoriya y Todoroki conmocionados. El de hebras bicolor se tocó el cuello consternado. De las bandas que quedaban en su cuello solamente quedaba una de 90 puntos.
Midoriya miraba la pantalla sin podérselo creer ¿en primer lugar?, ¿cómo era posible? ¿en qué momento?. Uraraka y Hatsume señalaron a Tokoyami, el peliverde no sabía qué decir.
— Todoroki claramente fue derrotado en tu primer ataque —Explicaba el azabache —. Esperaba recuperar los 10 Millones de puntos pero las cosas no siempre salen cómo deseas. Así que tomé la de más abajo por si acaso.
Dark Shadow se movió tras él revelando una banda de 540 puntos en su pico.
— Vaya, creo que pensamos casi lo mismo —Jadeó una pálida Mei apoyada contra el ser de sombras. La chica extendió su brazo revelando la banda de los 10 Millones.
— ¡Tu! —ladró el Todoroki anonado —. ¿Como demonios...?
— Fue gracias a Midoriya —Sonrió la chica en dirección al peliverde —. Cuando él te quitó la banda de los 10 puntos Venom soltó una parte de él sobre ti ¿no lo notaste?. Una pequeña araña fue alrededor de tu cuello y liberó las bandas mientras manteníamos tu concentración en nosotros. No fueron todas pero a que fue un gran trabajo, ¿No, Venom?
La criatura solo sonrió maliciosamente con todos sus colmillos mientras levantaba el pulgar orgulloso de sí mismo. Todoroki apretó los puños
— Midoriya, todo esto fue gracias a la apertura de tu último ataque— Declaró Tokoyami. Dark Shadow alzó su pulgar. Las lágrimas de Midoriya no se hicieron esperar. Parecía un geiser.
— Midoriya calma —la chica se vio cortada por un fuerte mareo que la envió de golpe al suelo.
— ¡Nanami-san!
— ¡Venom, vuelve a su cuerpo!
Esas fueron algunas de las palabras que escuchó antes de que sus ojos se cerraran.
Los abrió en la enfermería.
— Si que nos diste un buen susto —habló una voz a su lado. Su cuerpo entero se tensó y miró con rabia a la figura a su lado. Su sentido arácnido comenzó a timbrar en su cabeza.
— Madre —respondió gélida —. ¿Qué haces aquí?
Estaba exactamente igual a la última vez que la había visto. Era extraordinario, podrían pasar otros 10 años y Elisa Nanami no se vería mayor de 30. Su cabello negro atado en aquel característico moño, sus gafas de montura cuadrada y sus preciosos ojos chocolate que iban muy bien con su piel trigueña. Las dos únicas cosas que el primer par de gemelos Nanami habían heredado del físico de su madre. Solo una tercera parte la tenía Mei.
Elisa se removió con aire tímido en su asiento.
— Yo... quería verlos
«Patrañas»
El resto de la cortina fue arrastrada dejando ver a un lívido Kyōya.
— Bien, nos viste. Pudiste haberlo hecho desde la televisión ahora adiós —Sentenció el chico con frialdad.
— Pero...
— ¡Largo! —ladraron ambos gemelos en su dirección. Las luces habían comenzado a parpadear y los ojos de Mei estaban negros. Elisa retrocedió asustada.
—Yo.. ¡Me voy! —sin esperar a otra orden la mujer salió pitando de la habitación. Poco a poco se fue calmando el clima de la habitación.
— Si iban a hacer semejante lío no debiste haberla dejado entrar —intervino Recovery Girl con voz cansada. La mayor de los Nanami la miró enrojecida ¿habían hecho una escenita frente a la enfermera? qué vergüenza.
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Venom
General FictionLa meta era sencilla, dejar el pasado atrás y convertirse en una heroína en la que todos pudieran confiar. Solo había que concentrarse en eso ¿no? pero tenían que existir los sentimientos, muy, muy confusos sentimientos.