—¡Por favor alejense de la zona!— llamaban los héroes tratando de sacar a la mayor parte de la población del centro de Hosu.
—¡Cuidado!—gritó un policía. Un enorme autobús descendía a gran velocidad sobre una pequeña familia.
Ambos padres se abalanzaron sobre su niño, cubriéndolo con sus cuerpos en un acto de frenesí protector .
Pero el impacto nunca llegó.
El más pequeño abrió los ojos encontrándose con el enorme motor del vehículo colgando de una delgada pero resistente cuerda blanca. Eran hilos de telaraña.
Una figura encapuchada saltó de entre las llamas.
—¡Largo!, ¡tienen irse de inmediato!— alertó la arácnida arrancándose la máscara del rostro en un gesto sofocado. El fuego se estaba esparciendo con velocidad y la cantidad de héroes alrededor, aunque amplia, no era capaz de cubrir todo el caos producido en la ciudad. Un nomu alado, con apariencia de pterodáctilo rugió antes de lanzarse en picado.
Su sentido arácnido vibró.
La madre gritó con horror.
—¡Mami! —lloriqueó el pequeño retorciéndose entre las garras del monstruo.
Mei tomó impulso
—¡Ve...! —se cortó de inmediato. Edgeshot irrumpió velozmente en la escena, doblándose cuidadosamente e infiltrando sus extremidades entre las garras del ser, provocando un doloroso corte que liberó al pequeño. La chica pretendía lanzarse a atraparlo, pero su jefe se le adelantó, desdoblándose con facilidad y tomando al niño en el aire para entregarlo a sus padres.
—Deben salir de aquí. No es seguro para ustedes, nosotros nos haremos cargo —habló el hombres
—¡Muchas gracias Edgeshot-san! —la madre del pequeño inclinó su cabeza mientras su esposo tiraba de su mano con el niño en brazos.
—¡Scyto! —llamó el hombre volviendo a lanzarse por el aire. La chica lo siguió —. No te desconcentres, hay vidas en riesgo
—¡Si señor!
Llevaban cuanto, ¿dos horas desde el llamado?. La agencia de Edgeshot se había movilizado a toda velocidad a atender la emergencia pero Hosu se ha vuelto un maldito infierno.
Literalmente.
Jadeó sofocada y sacudió la cabeza intentando concentrarse pero su sentido arácnido percibía el peligro en todos lados y el calor no se lo estaba facilitando. Venom se removía inquieto dentro de su cuerpo, esta temperatura lo estaba lastimando aunque no tuviera contacto directo. Necesitaba helarse, y pronto.
Lanzó varias telarañas logrando atrapar escombros y jalando personas fuera del camino de los héroes. Por mucho que deseara poder ayudar Edgeshot le había ordenado específicamente que se mantuviera lejos de los villanos.
"Puede que seas mi pasante, pero aún no tienes licencia"
Eso había declarado, y aunque claramente le molestaba (a ambos, Venom se había quejado por todo lo alto) intentaría obedecer a su jefe.
Y sí, intentaría porque estaba a punto de mandar todo a la mierda.
Estaba segura que aquel conejito verde que había saltado sobre sus cabezas no era otro que el imprudente peliverde de su clase.
Inicialmente había sentido un ligero alivio al pensar que podría trabajar con su compañero y aportar en el rescate. Pero algo no estaba bien.
Sintió la vibración del celular en su bolsillo. Ahí, frente al fondo de pantalla donde Sirius posaba bajo un floreciente Sakura el nombre de Midoriya brilló en la notificación.
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Venom
General FictionLa meta era sencilla, dejar el pasado atrás y convertirse en una heroína en la que todos pudieran confiar. Solo había que concentrarse en eso ¿no? pero tenían que existir los sentimientos, muy, muy confusos sentimientos.