Fire

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Era el turno de Uraraka. Avanza firme y sin temor con la mirada fija en su rival y cargada de valor.

—Ella va a estar bien —afirmó la chica mirando a los recién llegados de Midoriya e Iida. Ambos parecían al borde de un colapso—. Uraraka no es alguien que haya que tomar a la ligera, y Bakugō está a punto de aprenderlo.

Todos la miraron como si le hubiera salido un tercer ojo en la frente.

—¡Lo va a hacer genial dije! —refunfuñó la morena volviendo su mirada hacia el campo de batalla.

¡Famoso desde la escuela media! ¡La expresión que trae no es nada normal! ¡Del curso de héroes, Bakugō Katsuki! —Present Mic no se equivocaba, ¿que diablos pasaba con la cara de Bakugō? parecía un sociópata—. ¡Contra!, ¡a ella es quien apoyo! ¡del curso de héroes, Uraraka Ochaco!

La chica anti gravedad respiró profundamente

Debido a lo fuerte de la ovación, Mei no alcanzó a escuchar lo que Bakugō le dijo a su amiga pero presentía que no podía ser nada bueno considerando la falta de tacto del rubio y la expresión molesta de la chica.

—Midoriya-kun, ¿cuál era la estrategia que ibas a darle a Uraraka? —cuestionó el presidente de la clase. Mei le prestó su oído sin abandonar la mirada del ring.

—Realmente no es mucho —admitió el pecoso decepcionado—. Kacchan es fuerte y en un combate real cercano, casi no tiene aperturas, y en cuanto más se mueve, más suda lo que aumenta su singularidad, permitiéndole incluso desplazarse por el aire.

Mei mordió su mejilla al recordar lo poderoso y destructivo que había sido el rubio en las prácticas de combate.

Era una máquina de pelea certificada.

—Por eso —la esperanza renació al escucharlo—. Si Uraraka-san logra hacerlo flotar obtendrá la ventaja. Por eso, ¡debe hacer un ataque rápido!

¡Octavo enfrentamiento!, ¡Inicien!

No bastó repetirlo dos veces para que la chica se abalanzara contra el rubio, siendo recibida por una fuerte explosión.

—¡Uraraka! —gritaron los tres a la vez.

—¡¿De verdad la explotó?! —Gritó Mineta escandalizado. Jirō cubrió sus orejas.

—Aunque luches contra una chica no tienes misericordia, ¿eh Bakugō?

Mei sacudió la cabeza y los miró ofendida. ¿En serio se estaban preocupando por eso? resopló molesta, mordiéndose la lengua para no decirles un par de cosas en las que pensaba.

Una gran nube negra rodeaba el lugar. El chico estaba alerta ante cualquier posibilidad de ataque.

—¡No me subestimes! —le oyó gritar antes de asestar otra explosión a una nube.

Mei fue la primera en ovacionar.

Bakugō había atacado a la chaqueta de la chica, y Uraraka había aparecido por detrás dispuesta a tomar la delantera.

Eso claro hasta que la mandó a volar.

«Es demasiado rápido» se asombró la chica viendo cómo la había estallado en solo un segundo .

Múltiples veces Uraraka se abalanzó contra él, siendo recibida por sus explosiones sin misericordia

—Bakugō, acaso... ¿tus gustos van en esa dirección? —Escuchó murmurar a Mineta. Disparó una telaraña directamente a su boca. Grandísimo enano idiota.

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