20.

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Abrazar a Eren era lo que necesitaba mi alma desde hace ya dos semanas que regrese a México,y abrazar a los demas hacia que mi estado de animo subiera.

—¿Y como les fue?—pregunto Mikasa.
—Bien—afirme entrelazando mi mano con la de el.
—Uhhh. Entonces hubo sexo—se burlo Sasha comiendo una papa frita.
—Déjalos Sasha,por fin se reconciliaron y eso me alegra—dijo Historia abrazándome.
—¿Y que tal con la negociación?—cuestiono Jean.
El cargamento estará en dos semanas. Tengo que organizar como lo vamos a transportar sin que el ejército mexicano se de cuenta.
—¿Y como lo harás?—cuestiono Armin.
Necesito dos aviones. Uno seria donde viene la carga y el otro sería...
—Un señuelo—afirmó Eren.
Si. Necesito que los aviones sean totalmente diferentes. Que uno sea moderno y el otro más antiguo, más fácil de interceptar.
—Pero. ¿El plan no era que no se dieran cuenta?—cuestiono Connie confundido.
—Exacto—sonreí de lado sabiendo que yo sola me entendía.
—Ahora estoy confundida—Sasha tomo su cabeza confundida.
—También yo,no entiendo—dijo Eren.
Yo se mi cuento. Armin ¿puedes hacer eso?.
Claro en unos momentos te doy informes.
Gracias. Ahora necesito hablar con el maldito de Gustavo para decirle que cerré el trato y que tenga listo el dinero.
—De acuerdo—me acerque a besarlo y alejarme un poco de los más para hablar por teléfono.

—¿Hola?.
—Ya pensé en tu plan.
—¿Y que decidiste?
—Lo haré. Pero habrá un cambio de planes. Solo viajare con una persona.
—Entiendo. Pero, tiene que ser ese mismo día que se entregue la mercancía.
—Lose. Te marcare para que estén al pendiente.
—De acuerdo.

Colgué la llamada esperando que nadie escuchara mi conversación. Tenia que arriesgarme a todo, una vez que mi hermana este libre, desaparecer o incluso morir si era necesario.
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De nuevo estaba en casa de Gustavo, hoy por fin me dejaría ver a mi hermana por eso no podían hacer algún movimiento o ponerme rabiosa con el,podía hacerle daño y eso no me lo perdonaría. Baje de la camioneta siguiendo lo mismos pasos de seguridad que la vez pasada. Me llevaron hasta un cuarto. Abrieron despacio y ahí estaba ella, leyendo un libro y bebiendo café.

—Maria!—soltó el libro y vino hacia mi corriendo como una niña pequeña.
—Adri—la abrace fuertemente, sus abrazos desde que recuerdo eran tan cálidos.
—¿Por que estas aquí?—cuestiono mirándome—Deberías estar lejos de aquí.
—¿De que hablas?. Estoy aquí por ti, cuando acabe todo esto tu y yo nos iremos muy lejos, donde podre cuidarte y tenerte conmigo. Debí llevarte conmigo desde un principio, no estarías pasando todo esto. Perdóname—murmure con voz quebrada al verla cautivada en esta pequeña habitación—Tu mereces tener una vida sin preocupaciones ni miedos, mereces tener una hermana buena.
Tu eres la mejor hermana. Me cuidaste cuando mamá ya no pudo. Tu eres mi héroe, eres mi mejor amiga, y la mejor hermana. Hiciste lo que tenias que hacer para salir adelante.
—Te prometo que tu vida cambiará Adriana. Nos iremos muy lejos—murmure despacio para que nadie pudiera escucharnos, la abrace nuevamente sintiendo su abrazo hacia mi más fuerte—Necesito que seas fuerte,falta muy poco para que esta pesadilla acabe. Resiste hermosa.
—Lo haré hermana., pero por favor. No te olvides de mi, llévame contigo a donde sea. No quiero estar lejos de ti nunca mas—sus palabras habían hecho que mi corazón se quebrara y me hiciera sentir la peor persona del universo.

Uno de los hombres de Gustavo entro a la habitación dándome indicaciones que debía ya salir e irme, abrace por última vez a mi hermana. Caminé hasta la entrada de la casa al ir caminado mi vista se nubló e hizo que perdiera el equilibro, Rogelio fue tan rápido que me agarro de la cintura para no caer al suelo.

—Señora. ¿esta bien?—cuestiono preocupado.
—No lose. De repente todo se vio obscuro—tomé mi cabeza tratando de recuperarme—Es la tercera vez que me pasa esto.
Venga la ayudare a subir a la camioneta.
Si.

Subí a la parte trasera de la camioneta esperando que Rogelio subiera, tenia que sacarme de dudas a mis síntomas. Tenía el presentimiento de que algo no estaba bien conmigo.

Rogelio, vamos hospital.
Si señora.

Sin más que preguntar fuimos al hospital más cercano, pidiendo unos estudios de sangre. Me hicieron esperar unos minutos antes de sacarme un poco de sangre, una vez hecho eso me dijeron que esperara 10 minutos para que el doctor me atendiera. Estaba nerviosa, no lo iba a negar, esto podría cambiar todo mi plan.

—¿Annel Mendoza?—pregunto el doctor.

Me levante de la silla caminando hacia el con el corazón en la garganta.

Soy yo.
Tiene todo bajo control, excepto que tiene anemia es normal el bebé está consumiendo todos sus nutrientes..
—Espere ¿bebé?—pregunté en shock al escuchar la palabra bebé.
Si señora. Felicidades esta embarazada, tiene 2 semanas.

Tome el sobre mirando a Rogelio para caminar hacia la camioneta sin agradecer al doctor. Subí a la camioneta temblando y sudando frío.

Ni una palabra de esto a nadie.
Enterado.
Vayamos a casa.

La camioneta comenzó a dar marcha para ir a casa, antes de entrar a la gran casa tome mi encendedor quemando los papeles para que nadie se enterara de nada. Suspire tratando de verme relajada, aunque fue algo difícil lo único que queria era llorar de desesperación. Abri la puerta y quien me recibió fue Historia.

—Bienvenida—me abrazo.
—Hola—sonreí.
—Te tenemos una noticia—menciono Armin tomando la mano de ella.
¿Cuál?
—Estoy embarazada—grito de alegria de nuevo abrazandome.

Mi mundo se cayó al escuchar eso, quería compartir la misma alegría que ella y decirles a todos que Eren y yo seríamos padres pero aun no estaba segura si lo tendría. Sonrei forzadamente abrazándola.

—Serás una gran madre Historia. Tu si lo harás bien—murmure con muchas ganas de llorar.
—¿Estas bien?. Te noto muy sentimental Maria—pregunto amablemente acariciando mi espalda.
—Si, tranquila—deje de abrazarla y acaricie su cabello—Tu serás una madre amorosa y espectacular.
—Te quiero conmigo en el parto, de hecho quiero a todos, será un momento memorable—sonrio mirando a Armin.
—Te queremos en nuestras vidas y en la vida de el o ella—menciono el.
Claro que estaré ahí.

Trague saliva sabiendo que posiblemente eso no sucedería. Mire a la feliz pareja ir con los demás para darles la noticia y escuchar como Sasha gritaba de felicidad. Subi a mi habitación rogándole a Dios no encontrarme con Eren, pero al abrir la habitación estaba dormido boca abajo,sin camisa y con su cabello suelto. Lo observe por varios minutos,me acerque a él con cuidado de no despertarlo, pues se veía tan relajado y en paz, miraba su bello cuerpo con mucho detalle,memorizandolo en mi mente. Quería tener su imagen de paz en mi mente para siempre.

—Si que soy afortunada—murmure en español—Te amo demasiado.

Bese su frente dejándolo descansar. Entre al baño para darme una ducha fría, al mirarme en el espejo toque mi vientre sabiendo que el ser que estaba dentro de mi,todavía no era nada. Pero, no me podía imaginar hacerle algo a ese nada, no sabia que hacer. Todo esto lo complicaba, todo se volvería más difícil pero de una cosa estaba segura. Que ahora estaba embarazada de Eren y tal vez ni siquiera el lo pueda llegar a saber.

BEFORE DAWN;Eren Jaeger × Lectora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora