BEFORE DAWN;Eren Jaeger × Lectora.

7.

Todos estaban tan ebrios incluso Historia, que durmieron en la sala, otros en las hamacas. Eren y yo estábamos acurrucados en una hamaca  más cómoda mirando hacia el amanecer aun con el tequila y un cigarro. Tenía mi mano en su cabello y el abrazaba mi cintura.

—Empecé muy mal contigo—murmuró escondiendo su rostro en mi cuello.
—Lo hiciste muy mal macho alfa.
—¿Quieres salir conmigo?
—¿Esta vez no me dejaras plantada?
—No—sonrió. Verlo sonreí ebrio me resultaba ver aun niño pequeño.
—Te sorprendere y te haré sentir que eres la mujer que he esperado toda la vida.
—¿Ah si?—pregunté ahora yo sonriendo.
—Claro. Desde que te vi supe que te quería en mi vida como mi novia,amante, esposa y futura madre de mis hijos.

No es que no apreciará lo que decía pero no podía creerle ya que estaba ebrio así que le seguí el cuento.

—¿Cuantos hijos quieres tener?
—Creo que podremos con unos 5 hijos. 4 niñas y 1 niño. ¿Que dices?.
—¿5 hijos?¿entonces lo haríamos muy seguido?—rei acariciando su cabello para que se relajará.
—A toda hora mami.
—Si sobrevivo. Te daré mi vida entera,Eren—murmure muy bajo.

Sentí su cuerpo pesado, se había quedado dormido abrazado a mi. Tal vez no escucho lo que dije,y por mi estaba bien.
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—Annel,Eren..
—Otros cinco minutos más—murmure ocultando mi rostro con mi brazo mientras me aferraba a Eren.
—Se que quieres dormir. Pero es mejor que vayas a la cama. Anda sube con Eren.
—Vamos,vayamos a descansar mami.

Aun estábamos ebrios así que nos ayudaron a subir a la habitación que sobraba, antes de acostarme me quite la sudadera y mis leggins quedando solo en bragas con la blusa de tirantes. Eren se quito la sudadera y camiseta durmiendo solo con los pantalones. Sentí como me jalo hacia el teniendo su rostro en mi cuello y sus manos en mi cintura.

—Si subes tu mano. Te tocaré los huevos y no de forma excitante—murmure advirtiéndole.
—Lo se.

Habrán pasado tal vez unas 7 u 8 horas pero el dolor de cabeza comenzaba a molestarme. Con mucha pereza abrí mis ojos consciente que estaba con Eren abrazada, así que me gire para verlo dormir plácidamente con su cabello suelto pegando en sus mejillas.

—Se que soy hermoso dormido mami, pero me pones nervioso.
—Idiota.
—Lo soy.
—Ahora que estas despierto y sobrio. ¿Que tanto es verdad de lo que dijiste anoche?—abrió sus hermosos ojos color esmeralda.
—Todo—se aferro a mi cintura tocando sus pectorales—Comecemos desde cero.
—Tendrás que esforzarte mucho para que yo acceda a ser parte de tu vida.
—Me esforzaré para que veas que yo soy el que te puede llegar a amar intensamente—acaricio mi mejilla con su pulgar quitando algunos cabellos que estorbaban.
—Ya veras que no te arrepentirás de ser mio.
—Jamás lo haría.
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El pasar un fin de semana en aquellas cabañas me había hecho relajarme como no lo habia hecho en años. Pero era hora de regresar a trabajar y volver a la ciudad. Subimos todo a las camionetas para cerrar bien la cabaña no sin antes dejar todo como habíamos llegado, Eren subió a su camioneta no si antes mostrarme un sonrisa mientras se colocaba sus lentes de aviador obscuros.

—Si que Eren esta tan perdido en ti amiga—afirmó Mikasa feliz.
—¿Tu lo crees?.
—Lo conozco de toda la vida. Claro que está perdido en ti.
—Es grato saberlo.

Todas subimos a la camioneta,Mikasa puso algo se música y así conduci detrás de Eren. Íbamos a una velocidad moderada que nuestra llegada a la ciudad sería en una hora y media o tal vez menos.

—¿Y que paso contigo y Eren?—cuestiono Historia.
—Platicamos.
—¿Solo eso?¿platicar?—cuestiono Sasha decepcionada.
—Si. ¿Que creeian que pasaría?
—Tal vez sexo—afirmó Mikasa.
—Aun no. Tiene que ganarse de nuevo mi confianza,y cuando eso pase. Yo le daré luz verde,mientras estaremos así. Solo besos y salidas.

Sonreí con malicia, debía pagar un poco por su comportamiento, las chicas también sonrieron pareciendo estar de acuerdo con mi plan. Aunque no se cuanto tiempo podré resistir sin tenerlo en mi cama desnudo.
Por fin habíamos llegado a la ciudad,fuimos hasta la casa donde ellos se quedaban para dejar sus maletas y despedirnos.

—Fue el mejor cumpleaños de mi vida con todo gracias a ustedes—afirmó Sasha contenta de haber tenido un cumpleaños lejos de la ciudad y sobre todo con mucha comida que ella disfruto.
—Debemos ir más seguido a esas cabañas en verdad son preciosas—afirmó Connie.
—Yo me apunto para cualquier cosa—levante mi mano sabiendo que podían contar conmigo.

Cada uno tomo sus maletas y se fue a cuarto. Veía a Mikasa y Jean muy apegados y eso me hacía pensar que esta vez pudiera darle una oportunidad a Jean. Ella es hermosa, con un corazón noble y quien sea su pareja es como tener una reina a su lado. Merece ser feliz. Estaba de espaldas mirando hacia el horizonte de la cocina cuando unas manos en mi cintura hicieron que me exaltara.

—Tranquila. Soy yo.
—Lo se. Pero, ten cuidado de no asustarme la próxima vez.
—¿Algo malo que deba saber?.
—Cuando tenía 10 años,iba caminando y me tomaron de la cintura para subirme a una camioneta. Me habían secuestrado. Es por eso que me asuste.
—Lo lamento. Yo jamás te haría daño alguno.

Suspire posando mi mano en la suya dejándome llevar por como su pecho era pegado a mi espalda y su mentón posaba en mi cabeza. Me sentía tan en paz y feliz que no quería moverme de ese lugar.

—Debo irme.
—¿Trabajaras mañana?
—Así es.

Me gire para ver sus hermoso ojos verdes azulados. Tomándolo del rostro y poniéndome de puntitas para llegar a su labios.

—Esta es la parte donde me sueltas para ir a casa y descansar para poder trabajar mañana.
—Y también es la parte donde me niego a soltarte porque te quiero a mi lado.

Reímos los dos,el se acercona mi labios inclinando un poco su cabeza para poderme besarme y yo tomarlo con mi mano izquierda su cuello.

—Ten cuidado.
—Tranquilo. Nací en México. Se defenderme.

Tomo mi mano para llevarme hasta la camioneta. Subí despacio mirándolo como se despedía y yo arranque para ir a casa. Mi corazón latía a mil por hora. Tenía que admitir que estaba asustada por sentir esto de nuevo. Porque todo lo que toco lo destruyó. Todos los que estan a mi alrededor mueren por ser quien soy.