Aquí estaba. A miles de kilómetros de mi hogar. Tener que escapar de la ciudad que te vio crecer hace que recuerdes cada momento, tan pequeño que sea lo recuerdas como algo valioso. Italia era buen lugar para comenzar de cero, era gente nueva, nuevo...
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Desperté por la sensacion de ser observada, al abrir mis ojos me encontré con Eren sonriendo y con su cabello suelto apoyando su cabeza en una de sus manos.
—Buenos dias. —Muy buenos—sonreí frotando mis rostro—¿Como dormiste? —Muy bien. Creo que Colombia es buen lugar para escapar un fin de semana. Me enamore del paisaje. —Es muy hermoso. Cuando venía para estos rumbos, me la pasaba muy bien, en una ocasión celebre un cumpleaños aquí y Emiliano hizo todo un festin—recordé. —¿Te puedo preguntar algo?—cuestiono con un semblante serio. —Dime. —¿Tu te acostaste con Emiliano? —Fue mucho antes, yo tenía como 18 años y el 24. Era nueva en todo esto. Pero solo fue en esa ocasión,después de eso se convirtió en un gran amigo. —¿Solo amigos?—pregunto. A kilómetros se notaba que estaba celoso. —Jaeger—me puse encima de el quedando cara a cara—Tu eres a quien amo,y tu eres quien me lleva al cielo cuando hacemos el amor. Tu solo preocúpate por amarme que yo te haré el hombre más feliz del universo. Soy tuya mi amor. —Siempre sabes como sacarme una sonrisa. —Te amo —También yo.
De nuevo aquella cama había sido testigo de cuantos nos amábamos. Minutos después entramos a la ducha, tenía que encontrarme con Emiliano para hacer aquel trato. Me puse una ropa cómoda dejando a Eren en la habitación.
—Estaré contigo en un rato. ¿Te quedaras aquí en la habitación?. —Si. No conozco a nadie y es mejor que me quede aquí, además la mayoría habla español. —De acuerdo. Pide lo que quieras de comer y quédate aquí. —Lo haré.
Me jalo de la cintura dándome un beso y mordiendo mis labios. Me despedí saliendo de la habitación para ir a la oficina de Emiliano quien me estaba esperando.
—¿Se puede?. —Adelante reina—cerré con cuidado y me sente frente a el—¿Un aguardiente? —Me cairia de maravilla. —Aquí tiene—me entrego la bebida sentándose frente a mi—Entonces, viene hablar de negocios. ¿No es así?. —Si. Me imagino que ya sabes todo lo que pase, y como vez, mi retiro no fue un exito total. —Ese maldito de Gustavo si que supo hacer de las suyas. ¿O no?. —Con el dinero baila perro, y sin dinero bailas como perro. —Muy cierto. Vayamos al grano reina. ¿Que es lo que quiere aquella gonorrea?. —Quiere 20 toneladas de coca, tengo el dinero y yo me encargaré de transportarlo hacia México. —¿Que es lo que el tiene que esta de vuelta en el negocio reina?—pregunto curioso. —Mi hermana esta bajo su poder. Quiere regresar al negocio y yo soy la única que puede ayudarlo. Tu sabes que el se caracteriza por ser doble cara,el apodo de Rey de damas pérdidas es solo por las mujeres que encuentra para hacerlas trabajar en su puticlub. Yo soy la que de arriesga moviendo la coca. —Tiene razón, ese hombre solo la arriesga a usted y el se lleva la platica ¿verdad?. —Si,pero ahora no me queda de otra. Necesito esas 20 toneladas, yo me encargaré de transportarlas. —Se que lo hará reina y cuente conmigo para ayudarla. En dos semanas tiene esas 20 toneladas. —Aquí esta la primera parte del pago, lo demás a contraentrega—puse frente a el un maletín lleno de dólares que solo seria la primera parte. —Si que es una de las mujeres más pesadas que eh conocido en mi vida reina—sonrió de lado bebiendo su licor. —Los años son tus mejores maestros. —Tiene razón. ¿Y ese peladito suyo?¿no me diga que se lo consiguió allá por las europas?—deje salir una risa fuerte al escuchar su comentario. —Es un hombre espectacular. Lo amo demasiado. —Se ve que es buen tipo, usted se merece eso y más reina. Usted merece ser feliz. —¿A que precio Emiliano?. Traicione a Gustavo tratando de ser libre y regrese a donde mismo, encuentro un poco de felicidad y el destino me la arrebata. Lo único que puedo hacer por ese hombre es alejarme de el y que haga su vida con una mujer que no esté corriendo por su vida—dije en tono sería y mirando hacia la ventana. —Usted sabe que en nuestro mundo,la única forma de estar en paz es morir reina. —En muchas ocasiones estuve en situaciones en donde podía morir y Dios no decidí llevarme para estar tranquila—suspire. —¿Y usted quiere morir?¿Dejando a todos en peligro por esa gonorrea?—cuestiono serio ante mis palabras. —No. —Entonces haga ese trato, y podemos hacer un plan para que ese hijo de puta esté bajo tierra. —¿De que hablas?—cuestione con curiosidad ante lo que decía,sonrió de lado comenzando a explicarme lo que podíamos hacer una vez que el cargamento esté en territorio mexicano.
