Aquí estaba. A miles de kilómetros de mi hogar. Tener que escapar de la ciudad que te vio crecer hace que recuerdes cada momento, tan pequeño que sea lo recuerdas como algo valioso. Italia era buen lugar para comenzar de cero, era gente nueva, nuevo...
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Las horas de vuelo fueron eternas, pero habíamos llegado de noche. Adriana y Yelena subieron a una camioneta que estaba a la derecha y yo subí a otra que estaba a la izquierda.
—Tanto sin saber de ti. —10 años casi. —¿Que paso?. —El hijo de Gustavo,me encontró y secuestro a mi hija. Quiere verme. —¿Antonio?. Había leído su expediente que estaba estudiando en Alemania. El estaba alejado de todo el negocio. —Pues al parecer no. ¿Que hay de nuevo acá?¿que carteles están controlando Cuiliacan?. —El cartel de los Bedolla. El hombre más conocido ahora aquí es Aurelio Bedolla. —¿Y es fuerte el cartel? —El vendría siendo el nuevo Rey de damas pérdidas.
Suspire llevando mis manos hacia el rostro lleno de frustración. Estaba sucedió de nuevo.
—¿Que sabes de ellos?—pregunté sin mirarlo. Sabía a quienes me refería. —Muy poco. Solo se que viven en Rumanía, Transilvania. —¿Todos juntos? —Si.
Se que no debería, pero los necesitaba. Ellos fueron increíbles la última vez que pelee para rescatar a Adriana. Armin era quien ideaba planes y era bueno con la tecnología al igual que Historia.
—¿Quieres su dirección? —Si. —La tendré en unas horas. ¿Que harás algo?. —¿Pues que más?. Negociar. Lo único que se hacer en esta perra vida.
Baje de la camioneta para ir con las chicas y llevarlas a un lugar seguro. Le di indicaciones al chófer de ir al lugar donde Antonio me cito,20 minutos después estábamos ahí. Había alrededor de 5 camionetas con hombres armados, no podían intimidarme no ahora que mi adrenalina estaba al cien y lo unico que pensaba era en mi hija. Baje armada dando fuertes pisadas haciendo sonar aquellas botas vaqueras que me definían, de una de las camionetas bajo el, un tipo egocéntrico y mimado que llevaba solo meses en este negocio.
—Si que es un placer verte de nuevo. Maria—sonrió de lado. —No puedo decir lo mismo. —Veo que no te agrado venir a tu tierra—se río burlándose y yo solo pude mantenerme sería con los puños cerrados del coraje. —¿Que quieres pa que tenga a mi hija de regreso?—pregunté directo. —De acuerdo. Desde que te fuiste de Culiacan hay un nuevo cartel, el cartel de los Bedolla. Su jefe, es ahora quien controla todo este pedo. —¿Y que chingados tengo que ver yo en todo esto?. —Al morir mi padre, o más bien cuando lo mataste. El apellido Aldame ya no se respeto, todos se olvidaron de aquel hombre más poderoso que era apodado el Rey de damas pérdidas. —Un hombre que me hacia a mi hacer todo el negocio. Yo iba a los lugares y negociaba,yo la traficaba. Yo era el cerebro de ese hombre. El no hacía más que meterse esa porquería y cogerse a cuanta vieja se le pusiera enfrente—afirme con odio, los ojos de aquel muchacho se obscurecieron ante la cruda verdad de su padre. —¿Vez la tempestad y no te hincas?—sonrió de lado—Me gusta. Eres una mujer valiente y con muchos ovarios. Es por eso que hice lo correcto al buscarte. —No,hiciste lo peor al buscarme. Yo ya estoy fuera de todo esto. Yo ya me retire. ¿Por que no buscar a alguien más nuevo en esto?. —Por qué eres la única que sabe como se mueve todo esto. Tu sabes como destruir sin dejar rastro. —¿De que diablos hablas?. —Tu historia de como fingiste tu muerte me hizo darme cuenta que tu eres perfecta para recuperar el puesto de mi padre. ¿Por que hacer eso?¿si el padre de tu hija estaba en el otro avión?.
Abrí mis ojos como platos, el sabia de ellos.
—¿Que sabes de ellos? —Todo. —Ellos están fuera de todo esto. El pedo es entre tu y yo. ¿Dime que chingados quieres que haga? Pero en chinga—trone mis dedos apurandolo y que se dejara de estupideces. Porque tenía poca paciencia. —Lo ven—sonrió mirando a su hombres—Esta clase de mujer es la que vale la pena conocer. Su carácter y su fuerza,más ahora que es una leona enfurecida que le quitaron a su cachorra.
Mire a hacia los lados mirando mirando sus hombres que estaban armados, no podía hacer nada si quisiera. Moriría.
—Quiero que te infiltres en el cartel de los Bedolla, que los destruyas. Sacales toda la información que puedas, una vez que tengamos todo. Nos apoderaremos del territorio Culichi de nuevo.Pero, ahí si necesito que vuelvas a hacer La Reina Norteña. Nos quedamos con sus propiedades,tierras y proveedores. Y yo,te liberare de la muerte de mi padre y serás libre. ¿Tenemos trato?. —¿Que pasara con mi hija? —Tu hija estará bien atendida por niñeras. Lejos de nosotros pero bien vigilada al igual que tu. Pero, si tu dices hacer un movimiento en falso. Ella.. —Tocale un pelo y te juro que te corto los huevos cabron—me acerque a él quedando a centímetros de su boca. Sus hombres me apuntaron listos para esperar indicaciones,el hizo una señal para que bajaran las armas—Mira Antonio la última vez que te vi, me dijiste que tu no querías ser un asesino como tu padre y por eso te fuiste a estudiar. Tenías potencial para ser mejor que un narco. —La vida da muchas vueltas. No es de tu importancia el porque decidi mi destino. Solo tienes que darle importancia que tu al hacer tu trabajo estarás con tu hija de regreso. —Te metiste con la mujer más poderosa y peligrosa. Este vieja cuando es buena es muy buena, pero cuando es mala es mucho mejor. —Es por eso que te elegi para esto. Maria. ¿Tenemos un trato?—extendió su mano. —Te llamare cuando tenga todo organizado.
Ignore su mano extendida alejándome de el y sus hombres me tenían en la mira. Subí a la camioneta para irme de ese lugar. Otra vez tenía que pensar e idear. Otra vez tenía que volver correr como lo he hecho desde los 7 años.
