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-Elisa despertó- leí medio dormido

-Quien me hace esta broma tan temprano- me senté con cuidado de no despertar a Karo quien dormía a mi lado

Anoche habíamos tenido un momento de mucha actividad física así que entendía de cierta forma su cansancio.

Me senté en la cama para ver quien era.

-Puta madre- me puse de pie rápidamente

Sentí como Karo se movió en la cama.

-¿A dónde vas?- me gire cuando me colocaba un pantalón

-Al hospital- dije rápidamente

-¿Le paso algo a Elisa?- se escuchó preocupada

-No, creo que despertó al fin- sonreí colocándome mi camisa

-¿Quieres que vaya contigo?- negué acercándome a ella

-No descansa hermosa te veo más temprano- bese su frente mientras ella asentía

Fui un momento al baño ya que la naturaleza llama.

Al salir fui de prisa hacia las afueras de nuestro apartamento para irme en mi auto.

Solo quería verla, para sentirme bien.

Conduje con cuidado ya que al ser las 3 de la mañana la calle estaba vacía, pero cualquier loco podía causarme un accidente.

Cuando llegué al hospital algunas enfermeras me dijeron que no podía entrar ya que el turno de visita no estaba permitido.

-Vengo a sustituir a la persona de adentro ya que tiene una emergencia- mentí colocando mi cara de buen niño

Para algo me tenía que servir mi rostro.

-Oh adelante entonces- sonrió sonrojada

-Gracias- intente ser un poco coqueto, pero sin pasarme ya que tengo prometida

-Elisa-

Cuando entre ahí estaba ella recostada con esos ojos grandes llenos de lágrimas mirándome.

-Amor- fui hasta donde ella y la abracé intentando no poner mi peso en ella.

Rápidamente sus sollozos se hicieron presente en toda la habitación.

-Ya pequeña, todo está bien- bese su frente para separarme un poco de ella

-Dylan- sollozo mientras me miraba

-No llores que me harás llorar- seque sus lágrimas

-Dylan- volvió a llamarme, pero con más dolor

Miré a Anastasia y ella estaba llorando.

-Trata de calmarte hermosa, recibiste una bala en tu cuerpo y no es bueno que te excedas en tus emociones- acaricie su mejilla

-¿Te duele algún lado?- la miré rápidamente

-Mi brazo y aquí- señalo parte de su hombro en donde había recibido el balazo.

-Tranquila que pronto te recuperaras- le sonreí

-Sentí que no te volvería a ver- sollozo tomando mi mano con fuerza

-Eso jamás, si tú me dejabas iba a donde fueras para buscarte. Prometimos estar juntos hasta nuestra muerte y no era tu momento todavía. Faltan muchas cosas por hacer juntos- solloce

-Lo siento- negué sonriendo

-No te disculpes por nada, no tienes la culpa- seque sus lágrimas

Un Cambio de ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora