Un Cambio de Contrato

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-¿Cómo te fue en la tarde?- pregunté mientras estábamos en el tapón de camino a la casa

-Bien, ahora estamos firmando muchos contratos logrando conexiones con nuevas empresas- dijo emocionada

-Si necesitas promociones me llamas- dije riendo

-Eres siempre mi primera opción amor- sonreí

Luego de una media hora llegamos a nuestro apartamento.

-¿Has pensado comprar una casa?- asentí sin dudarlo

-Quiero vivir contigo en un lugar en donde podamos tener todo un equipo de fútbol- ella se rio mientras negaba

-Solo dos- dijo sonriendo

-10- me golpeo en mi hombro

-Lo que tu quieras mi reina- la abrace cuando entramos en el elevador

Ella sin pensarlo mucho comenzó a besar mi cuello.

-Karo- dije sin despegarla de mi

-Estamos en el elevador- la apreté contra mi cuerpo

-Te deseo- baje mi mirada

-Espera a que lleguemos al apartamento- ella negó mientras se ponía de puntitas para volverme a besar

-Por dios si estas así te hago hoy 20 hijos- golpee su

-¿Y si hoy quiero hacerlos?- abrí mis ojos

La puerta del elevador en ese momento se abrió así que la tomé en brazos como pude para ir directo a mi apartamento.

Abrí como pude y como si su sonrisa fuera el detonante cuando la puerta cerró nos comenzamos a besar sin freno.

Primero la pegué contra la puerta sin hacerle daño.

Mis manos viajaban por todo su cuerpo.

La escuchaba gemir en varias ocasiones y digamos que eso me encendía demasiado rápido.

-Vamos a la habitación- se soltó de mi agarre mientras caminaba frente a mi de una forma muy sensual

-Me iré quitando la ropa- comente para que ella me mirara

A medida que más nos acercabamos a la habitación una prenda salía de mi cuerpo.

-Serás toda mía esta noche- la tome de su cintura

-No he dicho que no quiera- mordió su labio

La tome de su barbilla para besarla mientras intentaba quitarle su ropa.

Cuando los dos estuvimos semi desnudo fue como una bomba para ambos.

-Estas hermosa así- tome el cierre de su sostén

-Pero prefiero verte como llegaste a este mundo- bese su cuello

Su sostén en segundo estaba en nuestros pies

-Si es así también prefiero verte como llegaste aquí- sonreí para sentir como ella bajaba mi bóxer

Estar los dos de pie en medio de la habitación desnudo y que solo la luz de afuera nos alumbre era lo más excitante que había visto en mi vida.

-Hoy será tu noche de disfrutar todo esto- la pegue a la pared mientras que con una de mis manos subía su pierna

Quería que ella me sintiera como me tenía.

-Dylan- abrió sus ojos cuando rocé mi miembro contra su vagina.

-¿Te gusta?- volví a menear mis caderas