IV

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Tocar el piano hacia mi mente volara y se alejara de todo y todos, estaba cansada de ser prudente de no expresarme.

- Bravooo Bravooo que interpretación de esa tonada

- Albert, ¿como entraste aquí?

- Perdóname, escuche la musica y no pude resistirme, tocas espléndidamente

- Gracias

- Emilia no quise precionar te para que aceptaras yo fuese tu pareja en la boda de tu hermana, si no te sientes cómoda solo dímelo

- No Albert no es eso, es que...

No podía ver a los ojos a Albert y decirle que estaba enamorada del prometido de mi hermana

- Emilia, lo amas ¿cierto?

- ¿Qué?

- Si a Valen, lo amas...siento ser entrometido pero esos ojos de cordero degollado no pasan desapercibidos

- oh Dios no, ¿En serio?

- Si, en serio y sabes tu hermana es muy cruel ella sabe lo que sientes y te lo echa en cara y Valen bueno, un cobarde

- ¿Así de mal estoy?

- Mas o menos

No se porque pero el comentario de Albert me causo risa, si...estoy muy mal.

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El día de la boda había llegado, yo estaba nerviosa no sabia si podría tocar la canción de los novios, quería correr desaparecer.

Eran las 2 de la mañana faltaba poco para que iniciaran los preparativos, había luna y yo estaba sentada en mi terraza, no podía dormir, me temblaba las manos y las sentía tensas...un ruido me distrajo y vi una sombra...

- ¿Quien es?, voy a gritar

- Emi soy yo, Valen

- ¿Valen? Pero ¿que haces aquí y a esta hora?

- Necesitaba hablar contigo

- ¿Sobre que?

- Emi, de nosotros

- No hay un nosotros

- ¿Es por ese tal Albert?

- ¿Qué? Pero que has enloquecido

- Si, si he enloquecido de celos

- Valen, ¿que dices?

- ¿Que no te has dado cuenta?, me estoy muriendo de celos...dime ¿te casaras Con ese?

- Valen, deja de decir tonterías y vete de mi recamara

Valen, se acerco a mi con rapidez y me sostuvo con fuerza

- Valen, suéltame me lastimas

- Emilia no quiero estés con otro

- Valen, Valen estas bebido, suéltame

Valen me solto de forma brusca y no pude mantenerme en pie y caí a frio piso

- ¡¡Dios!! Emi perdóname yo no quiero lastimarte

- Pues lo haces, idiota

Perdí el control no podía mas  y explote

- Eres un idiota cobarde poco hambre, me ilusionavas y a mis espaldas cortejavas a mi hermana te odio Valen D'Santer, te odio, me rompiste el corazón y me has obligado a callarme y tragarme mi dolor, dijiste me amabas pero yo no veo sufras es mas estas muy feliz...lárgate, lárgate de mi cuarto y de mi vida.

Valen se arrodillo frente a mi, limpio mis lagrimas y beso mi mejía.

- Eres el amor de mi vida, pero la vida no permite que estemos con el amor de nuestra vida, te amo, en verdad, perdona me por todo el daño.

Ese noche Valen me dijo algo que nunca olvidare, se hacer a mi oido y dijo

- elige bien tu compañía, de eso depende como será tu noche y tu vida, mi amada Emilia Mitchells.

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Estábamos en la parroquia de los D'Santer, estábamos esperando la entra de mi hermana. Veía a Valen en el altar, se veía tan guapo con su traje de duque, porque si...Valen D'Santer era Duque.

Cuando fue el momentos de los votos, salí de ahí, sentía me ahogaba, fui cerca del acantilado que estaba cerca de la iglesia, necesitaba aire mucho aire.

- No me digas que vas a saltar

Esa voz me saco de mis pensamientos y me saco un buen susto

- No Albert, no lo haré no ten
preocupes

- Mmm no se, mejor me quedo a tu lado para vigilarte

- Como quieras

- Puedes llorar si quieres

- Ya llore mucho, creo se me acabaron las lagrimas

- Estoy aquí, si necesitar hablar

- Gracias Albert

- Emilia debemos irnos, recuerda tu llevas la canción de los novios

- Albert no quiero ir

- ¿Quieres te cubra?

- ¿Harías eso por mi?

- Los amigos hacen eso y mas

Un gran suspiro salio de mi pecho, me di la vuelta para ver a Albert y el me regalo una sonrisa, me dio su mano y sentí como me sostenía.

Llegamos donde esta el bullisio

- ¿Lista?

- No, pero no tengo opciones

- Siempre tienes opciones

- Opciones aceptables

- Eso es diferente

- Albert

- Emilia 

- No permitas que caiga

- No lo haré, tenlo por seguro

- Gracias

Y así entremos aquel lugar, donde solo debía haber felicidad, a acepción mia, que estaba enterrando mis sentimientos, alma y mi corazon.














La PianistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora