Ver a través de colores

♡No encuentro nada♡

☆01☆

El destino es un sucio jugador de ajedrez tramposo, y nosotros somos sus tristes peones, pero y si comenzamos a movernos por nuestra propia cuenta y ganamos esa partida sin necesidad de seguir lo que no ordene ese sucio jugador.

En su tiempo, la chamán Lilac dio a conocer el color de muchos pero lastimosamente no el del pequeño Christopher. La noticia de que la pintora llegó tarde para ver su brillo se regó por todo el pueblo. Obligando a la mujer a encerrarse para siempre en su casa como castigo.      

Se perdió la boda de su único hijo, al igual que, el nacimiento de su primera nieta. Y hoy se cumplían cuatro años desde que la encerraron.

Era de mañana y se encontraba leyendo en su libreta de colores lo que había visto de los pequeños Yuz, Navy y Changbin. Yuz mostró un hermoso verde agua, Navy un azul marino demasiado precioso y Changbin un lindo pero fuerte turquesa. Su lectura se vio interrumpida por un toque suave pero bastante ruidoso en su puerta.

Después de estar tanto tiempo solo comienzas a distinguir todo tipo de ruidos gracias al silencio a tu alrededor. Se levantó del mueble en el que estaba, observó por un agujero de la puerta y la silueta de su hijo apareció en su campo de visión, pero lo que cargaba en sus brazos fue lo que llamó su atención, un bebé, era su nieta.

-¡Madre necesito tu ayuda! -la llamó angustiado y ansioso. La mujer abrió la puerta rápidamente mientras observaba los movimientos torpes de su hijo para entrar a su casa.

-¿Que necesitas de mi?- interrogó la mujer mayor. Su hijo la miró a los ojos y al parecer, él había llorado bastante porque los tenía rojos. Soltó un suspiro pesado y dijo:

-No la encuentro mamá. No encuentro a mi esposa por ningún lugar - su voz se quebró y la mayor lo abrazó con fuerza. Mientras el hombre lloraba, la pequeña criatura en sus brazos también.

-Cariño. ¿Que pasó? -dijo la mujer aún teniéndolo entre sus brazos. El hombre se separó del abrazo cuando se percató de que su bebé lloraba.

-Shh, shh, bebé, tranquila-acunó a la bebé en sus brazos intentando calmarla. Cuando la bebé se calmó dirigió su mirada hacía su madre -¿Puedes ver su color?

-Oh, sí, sí - observó en el rostro de su nieta un brillo en lila bajo -Su color es lila, como nosotros, ella será muy dulce y cálida. Sabrá como hacer sentir bien a las personas con sus palabras -acotó la mujer mayor con una sonrisa.

-Su madre y yo le íbamos a llamar Aria, pero ella desapareció en el aire como si nunca hubiera existido -dijo el único hombre ahí con un semblante nostálgico.

Las horas pasaron y ahora su hijo estaba jugando con su nieta en su cuarto, una escena que para ella era muy linda."Esperen... es una niña" pensó, "Debo decirle".

-Cariño -lo llamó dulcemente, el hombre la miro con una sonrisa, que se esfumó de inmediato al ver el semblante serio de su madre.

-¿Que sucede madre?¿Te pasa algo?

-Hijo, prométeme que cuidarás de tu hija lo mejor que puedas -dijo la mujer seriamente el menor asintió en respuesta.