N a r r a d o r
Tiempo había transcurrido desde la última salida de la pareja de jóvenes, los días pasaban y todo iba de lo más normal.
Y Midoriya agradecía esto más que nada, no recordaba cuando fue la última vez que se sintió tan libre y tranquilo.
Pero ya saben como dicen...
La paz nunca dura demasiado.
Desde hace ya varios días atrás. Yui había estado comportándose de forma extraña, cada vez estaba más a la defensiva con todos y ciertamente, con el también.
Su amena relación de a poco se apagaba... los días iluminados por el sol se apagaban dándole paso a una, pequeña tormenta?.
Ni el sabía como describir eso, cada día entendía menos si era por su culpa... o si ya era algo que tenía que pasar.
Le irritaba el no saber que hacer, y cada vez que intentaba hablar con la chica del asunto, esta solo evadía el tema diciendo "Te parece si lo dejamos para después ?".
Así que, determinado a buscar respuestas y dispuesto ayudarla a toda costa, se encontraba camino a los dormitorios de la clase B con destino fijado al dormitorio de la chica de cabellos oscuros.
Gotas caían chocando contra los suelos de la U.A alertando a todo aquel que estuviera fuera, que una lluvia se avecinaba, cielos... Si no se apuraba iba a ganarse un buen resfriado.
Así que apurando caminar, pudo llegar a las puertas del edificio B el cual estaba iluminado, indicativo de que había gente adentro.
Sin esperar más, Izuku tocó la puerta para que luego de escasos segundos la abrieran.
-Buenas, en que lo pue.. Hola Midoriya!.- La persona estaba feliz de ver al chico.
- Hey Shishida, cómo andas?.- preguntaba el chico mientras chocaba puños con el mayor de la clase B.
- Todo bien por suerte, gracias por preguntar.- Su forma de responder era siempre cordial.- En que te puedo ayudar?.- preguntaba calmado.- Pero adentro, la lluvía te puede hacer mal para tu salud.- aconsejaba el chico robusto.
-Gracias amigo.- y con eso dicho, entró al edificio para detrás de él cerrarse la puerta.
Adentro el chico con aspecto bestial le pasó una toalla con la cual pudo secarse de la lluvía que pudo alcanzarlo.
-Gracias por la toalla.- le daba la toalla de regreso al chico para este volverla a guardar.- cierto, a lo que venía, de casualidad no sabes si se encuentra Yui?.- directo al punto, le pregunto al chico que se encontraba pensando.
-Ah, la señorita Kodai, pues sí fallo no hace mi memoria, se debe encontrar en su habitación en este instante.- para alegría del pecoso la chica si se encontraba.- disculpa si soy grosero con mi pregunta pero.. hay un motivo especial por el que vengas por ella?.- un poco dudoso, preguntaba al de cabellos verdes, el cual respondió.
- Pues, no veo nada de malo en decírtelo.- suspiró preparándose para contarle.- Últimamente eh sentido que ella actúa extraño, como si se encontrara atacada o a la defensiva.. y siento que tal vez sea por mi culpa.- El ánimo del chico caía, no le gustaba pensar que eso que le estuviese ocurrido a ella sea por culpa de el.
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M͟i͟r͟a͟d͟a͟s͟
Hayran KurguMiradas, aquel fugaz contacto que conecta las puertas al alma. Y que en ciertos casos... Enseña cosas nunca antes vistas.