Estaba tan desvelada, Anna me había obligado a estudiar en su casa la noche anterior, para ayudarle con física, habíamos estudiado hasta tarde, por eso caminaba como Zombie para mi salón, mis ojos hinchados y mi cara de pocos amigos me delataban, tome el primer asintento que vi, tenía tanto sueño, pero a la vez estaba nerviosa por el examen, aunque me mate estudiando, nose porque sentía tantos nervios, la costumbre, supuse.
Anna estaba sentada frente a mi, memorizando lo que decía el libro de física, guardo el libro cuando el maestro puso la hoja del exámen frente a ella, yo solo saqué mi pluma.
Cuando termine el examen senti un alivio, y unas ganas inmensas de llegar a mi casa a dormir hasta tarde, hasta que la voz chillona de Anna se me quedo en el oído-¿Vamos a celebrar?
-¿Celebrar que?-conteste cansada y sin animo
-Hay una fiesta en la casa de Fer, podemos ir si quieres- me dio una media sonrisa y yo solo negue
-Mi mamá no está en la ciudad, tengo poco dinero, además tengo mucho sueño, tal vez el próximo fin de semana- ella asintió y se fue por los pasillos, hasta que la perdí de vista.Camine para mi casa, ya que estaba algo cerca de la escuela, mi madre era dermatóloga y se había ido de la ciudad por tres días a un evento, y mi padre tenía una tienda en en Canadá, solo lo veía en vacaciones, ya que el ya tenía otra familia.
Cuando llegue a casa llegue con tanta hambre, que abrí el refri, solo había un arroz congelado, seguramente eso ya iba a saber a refri, dejé el toper donde estaba y de solo olerlo, el hambre se me quitó, aún tenía 35 dólares de lo que mamá me dio, así que decidí pedir una Pizza, en lo que llegaba me metí a bañar, saliendo del baño me puse mi pijama, y me desenrede mi cabello largo y lacio, me puse crema para hidratar mi cara, y después tome mi celular, vi las historias de Instagram de Anna, estaba grabando como los chicos del equipo de Futbol cargaban las cajas de cerveza para la fiesta, tuve un poco de ganas de ir, pero mi madre llegaría en la madrugada, y si no me encontraba, sería un serio problema.
El timbre me interrumpio, abrí la puerta de la casa, y noté que había un camión de mudanza, creo que la casa de al lado por fin dejaría de estar abandonada, solo esperaba que los nuevos vecinos fueran amigables, o que tuvieran hijos de mi edad, para dejar de estar sola todo el tiempo, recibí la pizza y solo entré sin ganas a la casa.
Subí a mi cuerto, y tomé una rebanada mientras veía Iron man, mi película favorita, la veía cada vez que me sentía sola, y por eso la era mi película favorita, porque la veía todos los días, me sabía cada diálogo, solo éramos Iron man y yo, hasta que salió Spiderman Homecoming, aveces cuando me canso de ver Iron Man, pongo Spiderman y me hace sentir feliz, nose porque.(...)
Me había quedado dormida viendo la película, ya estaba por terminarse, noté que ya era tarde, me levanté de mi cama y tomé la caja de pizza, baje a la cocina y puse dos rebanadas en un plato, lo puse en el horno y después miré la hora en el reloj de pared mientras la pizza se calentaba, eran las nueve de la noche, no tenía planeado desvelarme, pero tenía tanta ansiedad, que sabía que que no podría dormir, así que tome las rebanadas y me subí a mi cuerto, mientras comía la pizza, estaba escogiendo la película que iba a ver, como tenía ansiedad decidí quitaemela con Spiderman Homecoming, mientras la veía yo me saque el saco y me deje mi top gris, ya que estaba haciendo demasiado calor en Nueva York.
Cuando Tom se estaba quitando la ropa para ponerse el traje, yo grité
-¡Haaay papiiii!Y en eso se escuchó como algo se cayó en la casa de al lado, mire a la ventana que estaba frente a mi cuarto, había un hombre ahí, solo se fue corriendo cuando yo lo mire.
Creo que el tipo pensó que me estaba masturbando o nose que mierda, pero apago la luz y se fue.
No le vi la cara ni nada, solo se que era un hombre, y esperaba no toparmelo nunca, aunque supongo que iba a ser difícil, ya que seguramente era el nuevo vecino.
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Pettle honey
Teen FictionEmily Thorne, una chica de 17 años, que queda completamente enamorada de su vecino, Nathaniel Robinson, un joven abogado de 35 años, la diferencia de edad de ambos es bastante, pero la química que ambos tienen, se siente a kilómetros, Emily es la de...