Cuando volvía del trabajo me quedé un rato en mi auto, cuidando desde el espejo a ver si se veía llegar Emily de la escuela, pero esta vez supuse que llegaría más tarde, estuve unos minutos hasta que por fin vi que llegó, me bajé del auto y camine hacia ella, ni si quiera sabía como hablarle, o decirle, sus ojos hermosos me miraron, con ternura y amor, eso me hizo sentir peor, quería besarla, era como si algo dentro de mi quisiera tenerla solo para mi.
-Nesecito hablar contigo- acaricie su cabello delicadamente, era tan suave y olía a dulce shampoo, de miel.
-¿De que? Por cierto, puedes conseguir un departamento cerca del colegio donde voy a estudiar, lo vi y esta súper lindo, ¿Quieres verlo?- me sonrio, negue y la pare en seco
-Emily, escúchame, no... no quiero ver el departamento, porque no me voy a ir, entiende, eso es lo que quería decirte- digo desesperadamente, su cara cambió de una sonrisa a seriedad, y hasta tristeza, sus ojos se cristalizaron .
-¿Porque no?- dejo de verme y me esquivó la mirada
-Jones me pidió que fuéramos socios, es una gran oportunidad para mi, no puedo ir, debo... debo quedarme- ella solo nego
-No debes, ¡No debes!, ¡Tuuu!, tu quieres quedarte, así que ten valor y dime la verdad, no te escondas con esa tonta excusa- rompió en llanto y eso me quiebro a mi también.
-En el fondo sabia que no serías capaz de dejar todo por mi, y yo de tonta pensando que me amabas.- me pego en el pecho y después intento correr para su casa, pero logré tomarla por detrás de la cintura, ella se resistió a quedarse conmigo, pero yo la obligue, y la abrace.-Nunca mentí en eso Emily, te amo, te amo tanto, pero no puedo dejar todo, te amo pero eres una niña y yo soy un tipo mayor, solo veo la realidad, lo nuestro es imposible- ella limpio sus lagrimas con su suéter
-No me amas- susurro
-¡Te amo carajo!- la tome de la nuca y la obligue a besarme intensamente, esa sensación fue algo que nunca había sentido, sus labios de durazno tocaban los míos y era lo más hermoso, pero el corazón lo tenía roto, sentía desesperación y culpa cuando su lengua tocó la mía, y mientras más pasaba el tiempo, el sabor era más intenso.
-¡Emily!- alguien gritó y los dos nos separamos, vi frente a mi a la madre de Emily, el sentimiento de desesperación fue aumentando, mientras más analizaba la situación en la que estaba, más desesperado me sentía.
Emily se dio la vuelta, no pude ver su reacción cuando vio a su mamá, pero pude imaginarme que cara tenía.
-Eres una idiota- dio un paso frente a mi dulce Emily, y después la abofeteó con fuerza, yo la aparte de ella y me puse frente a su madre.-Dejame acabar con ella, ¡Dejame matarla!- grito como si fuera una loca, yo solo respire hondo para mantener la cordura.
-Esto no es su culpa, es la mía, yo la besé- digo serio, ella me miró con decepción y después miro denuevo a Emily, dejo de intentar atacar a Emily, así que la solté y se quedó quieta, mirándonos a los dos.
-Así que no quedaste conforme conmigo, también querías cogerte a mi hija- grito con fuerza, no me preocupe por mi, en cuento dijo eso mire a Emily, ella solo bajo su mirada, estaba destruida
-Quiero que te largues de mi casa, ¡Vete!, por primera vez... por primera vez después de lo de tu padre me enamoré de alguien, y tu... tu solo te metes con el como una ramera- el llanto de Emily se hizo más fuerte, limpio sus lagrimas y se puso frente a su madre.
-Yo me largo, tu no me hechas, y para que te lo sepas mamá, ¡Yo me lo cogí primero!, ¡Yo!, tu mamita fuiste la puta segundona, y... quiero que sepan una puta cosa, los dos son una mierda de persona, tal vez deberían de intentarlo una vez más... son tal para cual- me miro con desilusión y se fue para su casa, yo intenté seguirla, pero corrió más rápido que yo y no pude llegar a ella, toque la puerta de su casa muchas veces, grite su nombre más de una vez, pero ella no abrió.
Solo vi como su madre subía a su auto y se iba, yo me quedé sentado afuera de su casa, con la esperanza de que saliera, aunque pensaba en que si salida, ¿Que mierda le iba a decir?, traté de protegerla y yo la acabe.
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Pettle honey
Teen FictionEmily Thorne, una chica de 17 años, que queda completamente enamorada de su vecino, Nathaniel Robinson, un joven abogado de 35 años, la diferencia de edad de ambos es bastante, pero la química que ambos tienen, se siente a kilómetros, Emily es la de...